Historias de la Tramuntana: Sóller

Historias de la Tramuntana: Sóller

Está preciosa población, Sóller, que tiene aproximadamente 12.000 habitantes, está situada al noroeste de la isla y es conocida también como “El valle de oro” nombre que se le otorga, por encontrarse sus tierras repletas de naranjos.

Antiguamente al ser una localidad algo retirada del resto, debido a la cantidad de montañas del entorno, la mayoría de sus habitantes optaron por la exportación de cítricos, higos, almendras y aceitunas a Francia, país al que luego también emigraron muchos campesinos al verse azotados por una gran epidemia de peste que se extendió por la zona y les hizo perder todo lo que poseían, aunque al cabo de un tiempo muchos pudieron regresar al lograr erradicar esta plaga, gracias al descubrimiento científico que la vitamina C tenía sobre la enfermedad. Muchas de estas personas expatriadas volvieron con una cierta fortuna, que invirtieron principalmente en la adquisición de terrenos, casas o posesiones. Por tanto, no es de extrañar que actualmente muchos de los inmuebles, sean legados y que además la mayoría de los herederos, dominen el idioma galo a la perfección e incluso tengan un cierto deje al hablar el dialecto nativo.

Continuando nadando un poco en la historia, contaremos que por allá el año 1.561, una coalición formada por unos 1.600 piratas argelinos comandados por Uchali y Iusuf-Arrais, organizaron una potente expedición marítima formada por 22 carabelas, con el único propósito de atacar la isla de Mallorca. Antes de llegar, tuvieron que detenerse para conseguir suministros de agua en la isla vecina de Ibiza. Este tiempo sirvió para que los isleños tuvieran conocimiento de que los planes previstos por los corsarios consistían en empezar su batalla por el pueblo de Sóller. Entonces el capitán general Guillem de Rocafull tuvo que solicitar ayuda para frenar el ataque, tanto al otro capitán de Sóller Joan Angelats, como a los de las localidades vecinas de BuñolaSanta María y Alaró.

Como consecuencia de esta lucha, a partir del siglo XVI, se construyeron varias torres de vigilancia “Torre Picada” y el “Castillo del Puerto De Sóller”. Asimismo, se fortificó a modo de defensa, parte del pueblo. Actualmente, solo pueden observarse junto a la iglesia restos de estas murallas.

Cada año en el mes de mayo se celebra la fiesta más importante “El Firó» que es la más popular y más conocida de la localidad (fiesta de moros y cristianos) y que conmemora el saqueo sarraceno que sufrió el pueblo. Este día los participantes suelen acudir con atuendos propios de la época e incluso algunos, representando a personajes célebres de la contienda, como el capitán Angelats, el sargento Soler o el turco Alí Ochiali.

También se celebran otros festivales como el internacional folclórico “Sa Mostra” enmarcado dentro de la organización no lucrativa CIOFF, fundado por el grupo Aires Sollerics en en 1.980, que se celebra el mes de julio y con una duración de unos siete días, reuniendo artistas tanto nacionales como internacionales, venidos de todas las partes del mundo.

Durante el mes de agosto se conmemora la festividad de San Bartolomé (patrón del pueblo), con un espectáculo muy conocido en toda la comarca, que se llama “Correfoc” y donde los demonios componentes del grupo local  “Esclatabutzes” son los protagonistas del jolgorio. Esta celebración termina con el «Correaigua», donde tanto los integrantes del cuerpo de bomberos, como otras muchas personas refrescan a los asistentes.

Debido a que antes el acceso al pueblo era muy complicado a causa de la gran cantidad de curvas que se debían cruzar para llegar, se tomó la decisión de construir un túnel que atravesara las montañas y pasara por la Sierra de Alfabia, para así poder prescindir del tortuoso paso “Coll de Sóller”, consiguiendo una ruta más rápida y estable. Después de un largo periodo de obras y tras solucionar diversos inconvenientes legales, este paso por fin se pudo inaugurar en los años 90.

Sin embargo, los ciclistas no están autorizados a utilizar este pasadizo y deben desplazarse por la carretera antigua, sorteando todas sus vueltas. El Coll de Sóller es una ruta preciosa, a pesar de ser algo más larga y dificultosa.

En 1.912 se estrenó un ferrocarril eléctrico construido totalmente de madera que se denominó “Express de las Naranjas”, nombre otorgado porque al principio su función estaba destinada únicamente para el transporte de fruta. El viaje que era un tanto peligroso, tenía una duración de unas diez horas.

Posteriormente y debido a la aceptación que tuvo este medio de desplazamiento, se dispuso su utilización como una forma de incrementar el turismo: el tren de sóller. Simultáneamente la sociedad del ferrocarril puso unas siete mil acciones a la venta al precio de unas 5oo pesetas, lo cual facilitó que algunos vecinos pudieran beneficiarse y se convirtieran en accionistas.

La persona clave en la creación del ferrocarril fue Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de “La compañía de Navegación Sollerense”. Su visión de futuro, le hizo apostar por este convoy, cuyo trayecto hasta entonces solo podía realizarse por mar. También fue importante Luis Bobio que fue el encargado de construir la línea del ferrocarril. Como curiosidad narraremos que los obreros encargados de llevar a cabo esta complicada obra se dividieron en dos bandos, iniciando el trabajo de forma simultánea desde ambos lados del trayecto, consiguiendo todo un logro al encontrarse las dos brigadas en un punto común sin haberse desviado. Otro dato curioso, es que la fecha de su inauguración en 1.912 coincidió con el mismo día del hundimiento del Titanic.
Tradicionalmente este pintoresco tren que desde el siglo XX ha continuado con el mismo itinerario y maquinaria original, sigue en perfecto funcionamiento. Tiene un recorrido de 28 km. y en su ruta atraviesa bellos parajes, así como unos 13 túneles. Con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más demandados. Hay pocas personas tanto residentes como visitantes, que no hayan hecho en alguna ocasión, esta travesía sentados en uno de sus vagones.

By Olaf Tausch [GFDL or CC BY 3.0 ], from Wikimedia Commons

Después de la inauguración del ferrocarril y en la misma línea de fabricación (construcción en madera), en el año 1.913 se inauguró un pintoresco tranvía que cubre la ruta desde Sóller hasta el puerto, pues como viene siendo habitual en la isla, este bonito pueblo dispone a unos pocos kilómetros de un precioso puerto de amarre para embarcaciones. Este vehículo al principio estaba únicamente destinado para transporte de pasajeros, pero que más tarde se utilizó para llevar otra clase de mercancías, como pescado fresco (disponía de un vagón isotermo) e incluso muchos otros artículos de lo más variados. Este proyecto con un tendido de 4.868 metros de vía, lo diseño y dirigió D. Pedro Garau. También cabe destacar el puente de hierro ubicado sobre “Torrent Major”.

En la actualidad, esta comarca se ha convertido en un lugar excelente para excursionistas, senderistas y amantes del “Nordic Walking”, deporte tan de moda en estos tiempos. Como por ejemplo, la excursión del «camí vell de Fornalutx i sa capelleta«, donde está La inmaculada.

El corazón del pueblo reside en su plaza principal, donde está situada la vistosa iglesia “Sant Bartomeu”, así como cantidad de céntricos bares y restaurantes.

Aunque no se trate de un distrito demasiado comercial, es interesante visitar el mercado que se instala los sábados, donde se pueden conseguir toda clase de artículos diversos, desde antigüedades, moda, piezas decorativas o incluso objetos artesanales, además de las diversas tiendas de ropa, complementos y artesanía del centro del pueblo.

En nuestras visitas no pueden faltar, la degustación de sus excelentes naranjas (enteras o zumos), una copita del licor “Ángel d’Or” creado por Miguel Capó (recolector de cítricos), así como tampoco saborear en todas sus variedades, los deliciosos helados de “Sa Fabrica de Gelats” o los diversos productos de «Fet a Soller». Para los más sibaritas también hay una buena oferta de productos locales de gran calidad, como el aceite de oliva virgen, diferentes vinagres (incluso aderezados con naranjas), embutidos de primera calidad, patés, conservas y mermeladas.

No podemos realizar este recorrido sin hacer una mención especial a “Can Prunera Museo” (en castellano, Casa Magraner). Se trata de una casa-museo modernista construido a principios entre 1.909 y 1.911 por Joan Magraner Oliver (alias Joan Prunera), que como hemos comentado anteriormente, era uno de aquellos inmigrantes que hicieron gran fortuna en Francia con sus productos frutícolas. El lugar actualmente se ha convertido en una de las señas de identidad del pueblo de Sóller. No hay referencias exactas de quien fue el arquitecto de la construcción, pero muchos opinan que se trata de un discípulo de Antoni Gaudí, llamado Juan Rubio Bellver, por su similitudes y que también fue el que construyó el edificio del Banco de Sóller, así como la fachada modernista de la Iglesia.  Se encuentra ubicado en una antigua casa que primero fue un domicilio particular, hasta que en el año 2.006 fue adquirida por el “Ferrocarril de Sóller” y que luego pasó a ser gestionado por la fundación. Esta pinacoteca, se ha convertido en todo un referente, así como seña de identidad de este pueblo. La mayoría de las obras que se han expuesto ha sido gracias a un convenio con la Fundación “Art Serra”, sociedad presidida por el empresario/ coleccionista: Pedro A. Serra, que procedió a su restauración respetando su diseño original, sin olvidar ningún mínimo detalle y logrando con ello, recuperar su suntuosidad original. Su financiación corrió a cargo del Gobierno autonómico de las Illes Balears y la Unión Europea, bajo dirección del arquitecto Luis A. Corral Juan y por fin se pudo inaugurar el 24 de agosto del 2.009, asistiendo para tal acontecimiento, casi todas las autoridades y celebridades más relevantes de la isla.

En su sótano se encuentran las estancias conocidas “botigues”. Se trata de las antiguas salas que acogían una cocina económica, un pozo, una pica de lavar, un depósito de aceite, un almacén y un comedor para servicio, donde actualmente se hacen exposiciones. El museo, expone una buena colección de arte contemporáneo y privado, que pertenece en su mayoría al empresario/ coleccionista Pedro A. Serra, que regenta el cargo de: “Presidente del Patronato de la Fundación Tren de l’Art y que vinculado al Ferrocarril de Sóller, ofreció parte de su colección personal para su exposición, a cambio de su apoyo para la adquisición y restauración del Casal. Además el hecho de que el señor Serra sea muy conocido en toda la isla y también propietario de uno de los principales grupos de comunicación (Grupo Serra), ha ayudado por una parte a que el Museo esté frecuentemente en los medios y por otro lado a su difusión y abundante afluencia de público ​

También merece una referencia especial la sala dedicada a Juli Ramis Palau (vanguardista nativo de Sóller), donde también se encuentran expuestos diversos cuadros cedidos por particulares y otras telas de autores desconocidos.

Las obras que se exponen en sus diversas salas (en su mayoría de los siglos XIX/ XX), pertenecen tanto a artistas regionales, peninsulares o internacionales, con estilos muy diferentes, algunos convencionales y otros más vanguardistas. Entre las más notables destacaríamos las de Joan Miró, una biblioteca especializada (especialmente dedicada al mismo Miró), esculturas, cerámicas (Picasso) y una colección de muñecas antiguas (León López). Hay que destacar las pinturas expuestas de: Henri de Toulouse-Lautrec, Joan Miró, Fernand Léger o Paul Klee, Kandinksy, Picasso, Warhol, artistas locales Miquel Barceló y Francesca Martí, así como otras pertenecientes a artistas vinculados a Mallorca y en la biblioteca libros o catálogos utilizados para la investigación.

Debido a la magnífica restauración que se llevó a cabo entre los años 2.006/ 2.009, Can Prunera se ha convertido en un lugar preferente para el modernismo isleño y ha conseguido un gran reconocimiento internacional. Para tal menester, desde su inauguración, el Museo ha recibido un gran patrimonio en forma de donaciones de artistas, coleccionistas o particulares, para que sus obras pudieran ser expuestas y conocidas.

Además de las características del funcionamiento del Museo, el Casal es un ejemplo de arquitectura modernista de gran valor y una ejemplar asociación del Modernismo catalán y el Art Nouveau francés. El horario habitual de visitas (entre abril y septiembre) es: de martes a domingo entre las 10:30 y 18:30 horas.

Para los amantes de la naturaleza es indispensable un paseo por el “Jardín Botánico de Sóller”, que abrió sus puertas al público en el año 1.992, destinado como centro de conservación, investigación y para el estudio de la flora propia del archipiélago. Se encuentra a tan sólo diez minutos del centro del pueblo, y dispone de un importante museo “Museo Balear de Ciencias Naturales”, destinado a la divulgación, estudio de la ciencia, historia local y sus diferentes variedades de plantas, rocas, fósiles, hongos, insectos y crustáceos. Así mismo cabe destacar que el Jardín tiene en proceso importantes proyectos sobre plantas autóctonas, que supondrá un importante reconocimiento y un incalculable legado para las islas.

Otra de las visitas más importantes de la zona, son los “Jardines de Alfabia”, una grata experiencia que no deja a nadie indiferente por su belleza y exóticos jardines. A menudo se organizan visitas guiadas y su accesibilidad es muy fácil debido a la cantidad de autobuses que llegan hasta el recinto.

Otras actividades que resaltar, pueden ser las travesías en veleros o los diferentes tours en vespa por variados recorridos de la zona.

Entre los hoteles destaca el “Gran Hotel Sóller”, construido para utilizar como palacio residencial en el año 1.880. Es el único hotel en la zona de lujo con cinco estrellas, un buen restaurante, Spa y con una céntrica situación que lo ha convertido en destino preferente para público de primera categoría.

Finca Hotel Can Coll” con impresionantes vistas al valle, restaurante, piscina y esmerada hospitalidad.

También encontramos otros hoteles boutique más pequeños como “’Ca’l Bisbe” (el antiguo lugar para retiro de un obispo).

Ca’n Isabel y La Vila”, ambos con vistas a la plaza del pueblo y otros acogedores hoteles rurales como “Ca’s Xorc(construido hace unos 200 años) y “Ca N’Ai” (del año 1723) con vistas al campo. “Can Coll” ofrece unas impresionantes vistas al valle, auténtica hospitalidad, una estupenda piscina y un restaurante.

Con referencia a comedores destacaremos entre otros “Ca´n Blau en el Gran Hotel Sóller” y el restaurante del hotel “La Vila”. También “Casa Alvaro”, situado cerca de una plaza y donde podemos saborear una buena comida y escogidos vinos.

En la carretera Deia/ Sóller, encontraremos el “Bens d’Avall con cocina gourmet y magníficos paisajes y vistas. El Chef Benet Vicens, junto a Catalina Cifre y su hijo Jaume, se empeñan en descubrir a los visitantes lo mejor de las islas a través de sus propuestas entre la tradición, el producto y la vanguardia.

La luna 36”, otro bonito lugar restaurado del siglo XIX y con mucho carisma en sus espacios, decoraciones y cocina.

En la actualidad y con el paso de los años, esta comarca se ha convertido en un lugar excelente para excursionistas, senderistas y amantes de la naturaleza, la tranquilidad y la calidad de vida. Sóller huele a naranjas y limones, y mires donde mires, es un espectáculo precioso. Tanto el centro del pueblo de Sóller, como su puerto o zonas colindantes de interés como Sa Calobra, son aclamados por excursionistas que quieren vivir una preciosa experiencia en un entorno lleno de contrastes y belleza. Recomendamos rutas como esta: click

Esta localidad rodeada de montañas, por su cercanía al mar, lo asequible del trayecto, su tranquilidad (sobre todo durante los meses de invierno) y su respeto hacia las normativas relativas a la construcción, la han convertido en un rincón diferente, con mucho carácter y donde muchos estarían dispuestos a instalar su refugio estacional o su residencia definitiva.

Historias de la Tramuntana: Deià

Historias de la Tramuntana: Deià

Este precioso pueblo de Deià, situado en el flanco noroeste de la Serra de Tramuntana entre Valldemossa, Sóller y Bunyola, en un verde valle y con una singular pendiente, antiguamente era un lugar de cultos, grutas y también de abundante caza. En esta zona durante el año, se llega a acumular bastante agua de lluvia, lo cual ocasiona que pase un torrente por el pueblo y también que haya varias fuentes a su alrededor.

Su nombre es originario del tiempo de los musulmanes y significa “Aldea”, aunque antaño su nombre era “Haddayan”.

A principios del siglo XIII (después de las Cruzadas), se construyeron en la zona tres monasterios católicos romanos: Son Rul.lan, Ca l’Abat y Miramar. Sus emblemas aún pueden distinguirse en los escudos de Deià y Miramar.

Antiguamente tenía una gran cantidad de huertos, todos ellos construidos mediante franjas o márgenes, con el fin de conseguir parcelas horizontales para el cultivo, que de otra forma hubiera sido imposible a causa de los desniveles del terreno. Para ello, también tuvieron que ingeniárselas para disponer de un sistema de regadío y drenaje, que en la actualidad aún se sigue utilizando.

Las casas la mayoría de piedra típicamente mallorquinas, adornadas con buganvillas y variadas plantas, dan color y se acoplan perfectamente en el paisaje de la sierra.

El punto más elevado de este municipio es el Puig del Teix (1.062 m). Deià es un paraíso dentro de nuestra Sierra.

En tiempos de la conquista cristiana, esta localidad fue parte integrante de Valldemossa, aunque siempre gozó de una notable autonomía, hasta el año 1.583 en el que los dos pueblos se separaron. En parte debido a los continuos enfrentamientos que tenían en el momento de administrar justicia, el alcalde de Valldemossa y el Abad del monasterio de San Bernat de La Real.

Este pleito entre ambos tuvo una duración de unos cincuenta años, hasta que en noviembre de 1.583 mientras reinaba Felipe II, en el curso de una reunión organizada por sus habitantes, se procedió a la lectura de una sentencia, en la que se ordenaba a partir de la fecha, la separación de las dos localidades. Actualmente fuera de la iglesia, se encuentra una placa conmemorativa del suceso.

Su mayor riqueza fue la agricultura y el cultivo del olivo tuvo una gran difusión. También fue floreciente la plantación de cítricos, el ganado (lanero y cerdo negro), la pesca, cal y carbón. Como curiosidad contaremos que muchos de sus habitantes guardaban durante el invierno, cubos de hielo que luego destinaban para uso terapéutico.

Lo mismo que en otros lugares de la Sierra, la belleza de sus paisajes y su vida tranquila, fascinaron a grandes artistas que llegaron atraídos por su encanto, para más tarde, incluso quedarse a vivir en el lugar de forma permanente. Algunos de ellos fueron: los poetas Robert Graves y Laura Riding, Manuel De Falla (compositor), Russinyo y Junyer y Leman (pintores). Hace poco tiempo en el año 2.014 se publicó el libro de la escritora Heln Walsh, titulado “The Lemon Grove”, que estaba inspirado en esta bonita población.

                                                                   

Con referencia al poeta y escritor inglés Robert Graves, explicaremos que llegó a la provincia en busca de tranquilidad, después de haber sobrevivido a la Primera Guerra Mundial. Posteriormente conoció a la poetisa Laura Riding, y se instalaron en el distrito, hasta el inició de la Guerra Civil Española. Luego se trasladó a Inglaterra, para regresar posteriormente después de la Segunda Guerra Mundial. Durante todos estos años que estuvo lejos, continuó manteniendo su casa en la isla, donde finalmente falleció en el año 1.985. Durante su estancia, fueron muchos los notables personajes que lo visitaron como: La actriz Ava Gardner, Peter Ustinov o Sir Alec Guinness. Actualmente en esta casa que se llama “Can Alluny”, se encuentra un museo. Si continuamos nuestro paseo por la zona, llegamos al cementerio de la iglesia, donde encontraremos una pequeña tumba donde está enterrado este escritor inglés.

Para todos aquellos que sienten una especial atracción por la prehistoria, podrán descubrir gran cantidad de hechos muy curiosos en el Museo Arqueológico de Deià”, creado por el pintor/ arqueólogo William Waldren y que se halla situado en uno de los edificios más antiguos de la ciudad (se trata de un molino reformado).

En la actualidad Deià tiene una población de unos 850 habitantes (en sus años más florecientes llegó a tener muchos más), gentes que saben conjugar a la perfección sus habilidades artesanales con la agricultura y el turismo. También ha favorecido el hecho, de que no se haya permitido una construcción incontrolada en la demarcación, cosa que ha logrado conservar virgen el paisaje. Se pueden encontrar tantas casas señoriales totalmente restauradas, típicas mallorquinas o modernas, pero siempre sin perder su esencia tradicional.

Al mismo tiempo, también ayudo a su preservación el mismo archiduque Lluís Salvador, que cuando llegó a la isla en 1.867 (al principio con único propósito de realizar una enciclopedia sobre las Islas), al encontrarse con tan paradisiacos parajes y quedarse fascinado, además de realizar adquisiciones en la zona (como ya hemos comentado anteriormente), también implantó la prohibición de cazar y talar árboles. Las huellas históricas tanto del archiduque como del filósofo Ramón Llull (personaje muy querido y reconocido en la isla), se observan tanto la capilla en Miramar, como en el “palacete de Son Marroig, edificio renovado por el mismo infante.

Paralelamente cabe mencionar, que se trata de una de las poblaciones donde el filósofo instituyó un colegio, con el fin de convertir al cristianismo a los moros que vivían en el norte de África.

Para llegar hasta Deià, se tiene que coger la carretera principal de la costa. Al llegar, resulta un poco complicado aparcar (sobre todo en verano), por lo que es más aconsejable dejar los vehículos, en el pequeño aparcamiento público.

Para los amantes del tenis también es un lugar idea, ya que podrán recrearse, con partidos y el mar como telón de fondo, en el club municipal “Es Verger” o en el “Hotel La Residencia” (dispone de dos pistas), que era propiedad de Sir Richard Branson construido en los años 90 y que tiempo atrás recibió a muchos huéspedes celebres que allí se hospedaron, como: la princesa Diana o el cantante Robbie Williams. Allí los principiantes o los que quieran mejorar estilo tendrán la opción de poder perfeccionarlo, mediante una clase especial que les podrá ofrecer el famoso entrenador Shayne Tabb. Cerca y en una prensa reformada, está ubicado “El Olivo” que pertenece al mismo hotel, donde se puede saborear cocina Gourmet Mallorquina, con platos perdurables a manos del chef Guillermo Méndez. Este hotel se encuentra enclavado en unos parajes extraordinarios, ofrece trato inmejorable, excelente Spa y se ha convertido en unos de los rincones preferidos por grande artistas o celebridades, que llegan a la isla con el fin de relajarse por unos días de sus ajetreadas vidas. Antiguamente era propiedad de Richard Branson, pero actualmente pertenece al selecto “Grupo Belmond”. Este establecimiento suele aparecer a menudo, en las listas de los mejores lugares del mundo

Otro lugar muy bien situado que merece mencionar por su ambiente tranquilo, sus vistas de montaña y decoración escogida, es Hotel D’Es Puig”.

En lo alto de una colina con una amplia visión hacia la cala, se encuentra Sa Pedrissa se trata de un hotel del siglo XVII que perteneció a un noble Austriaco.

A la salida del pueblo, se encuentraEs Molí Hotel, un precioso y tranquilo lugar, que dispone también de unos bonitos jardines con vistas al pueblo, donde los huéspedes pueden desplazarse hasta la playa “La Muelta” utilizando el servicio de transporte que facilita el mismo hotel.

En cuanto a restaurantes, debemos sugerir Es Raco d’es Teixque es unos de los pocos restaurantes con denominación Estrella Michelín de la isla, situado en la calle principal y en la cima de una montaña, donde los comensales podrán disfrutar de una experiencia gastronómica muy especial a manos del chef alemán Josef Sauerschell.

A escasos metros, encontramos el” Restaurante Sebastián” donde otro chef también de origen germano nos deleitara bajo la luz de las velas con unos platos de estilo Mediterráneo y fusión asiática.

También es aconsejable visitar el popular “Café Sa Fonda. Situado cerca de la farmacia y al que se accede mediante una escalera de piedra. Se trata de un bar con cierto aire bohemio y que suele tener música en directo. Por allí han pasado varios artistas internacionales, acompañados por el músico inglés Kevin Ayers, que ha residido largas temporadas en Deià o por Joan Bibiloni, músico autóctono que también ha permanecido durante largos periodos en el pueblo.

En el centro encontramos “El Barrigón Xelini, que dispone de una amplia variedad de tapas y una agradable terraza. Por allí han pasado muchos famosos, cuyas fotografías aún decoran el local.
No se puede abandonar la zona si pasar por el restaurante rústico C’as Patro March”, con preciosas vistas a la cala. Un sencillo lugar para degustar un buen pescado o tapas y todo ello, acompañado por el sonido musical que producen las olas.

Si lo que preferimos es encontrar un buen lugar con productos gourmet o autóctonos de calidad, entonces debemos visitar “Es Forn que está situado en medio del pueblo.

La diversidad de sus variados paisajes, hacen que sea uno de los sitios preferidos por los excursionistas, ya que sus rutas están muy bien señalizadas y tanto se pueden recorrer sendas fáciles, como otras más complicados para los más experimentados. A lo largo del camino se encuentra el “Monasterio Miramar” y “Sa Foradada”, que es una pequeña península con un mirador impresionante.

A pocos kilómetros del pueblo en dirección norte y accesible para llegar en coche, se encuentra Cala Deià. Es una pequeña ensenada rocosa con dos restaurantes que ofrecen unos recomendados platos a base de pescado fresco. Después a unos 5 km., hay otra playa que se llama Lluc Alcari, donde algunas personas practican nudismo y a la que solo se puede acceder, mediante embarcaciones o a pie.

Si lo que se pretende en gozar de unas vistas insuperables, hay que llegar hasta el “Mirador de Na Foradadasituado en lo alto de un acantilado, en la carretea que rodea la costa y que va de Deia a Valldemossa. Muchas personas suben hasta allí con el único propósito, de contemplar los atardeceres qué son del todo espectaculares.

Con referencia a los principales eventos, debemos detallar que el pueblo da su nombre a un importante evento de tipo cultural-musical el “Deià International Music Festival, que se celebra cada verano de mayo a septiembre en “Son Marroig”, con variados conciertos de orquestas y músicos internacionales.

En cuanto a la oferta cultural se ha convertido en una sociedad multicultural donde se encuentran, se encuentran algunas galerías de arte, museos, l, Ca n’Alluny (casa de Robert Graves) y también debemos mencionar Tertúlia@Deià, que se trata de una celebración anual del festival que se organiza desde el año 2.004, dedicada a la literatura, la música y el arte. Las fiestas patronales se celebran cada año el 24 de junio en honor de Sant Joan Baptista. Por último, hacer referencia a la Asociación de Veïns de Deià, formada en el año 2.000, editada por la revista s’Encruia y que se viene publicando en catalán, español e inglés.

También es de cierta notoriedad, el libro «Mallorquins, estrangers i forasters» de la autora Jacqueline Waldren, antropóloga americana y viuda de William Waldren (fundador del Museo Arqueológico de Deià).

Las personas que decidan establecerse en esta localidad tendrán como vecinos algunas personas celebres como: Michael Douglas, Sir Andrew Lloyd Webber, Mike Holyfield y la destacada relación públicas, Lynne Franks. Los precios de las posesiones pueden ser algo elevados, pero están totalmente justificados, debido a su excelente ubicación, vistas, incomparables paisajes y también al relax, que uno puede encontrar en estos parajes.

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

Historias de la Tramuntana: Valldemossa

Historias de la Tramuntana: Valldemossa

Hoy llegaremos hasta este municipio, Valldemossa, que está considerado como uno de los más bonitos y pintorescos de la Sierra de Tramuntana y cuyo nombre proviene de un antiguo terrateniente moro de nombre Muza.

Aunque en ocasiones la isla de Mallorca solo sea únicamente considerada por algunos, como un equivalente a sol, playa y fiestas, también cuenta con otra parte muy importante por descubrir como este, un rincón lleno de belleza, encanto y magia, donde uno se siente embargado por una paz y una tranquilidad, que afloran las sensaciones y consiguen hacer casi retroceder en el tiempo. A pesar de que es un municipio muy visitado y con alto grado de turismo en el centro del pueblo y sus monumentos, sigue conservando una paz y belleza que convierte a Valldemossa en todo un referente de nuestra Isla.

Esto es lo que ocurre con este hermoso pueblo situado a 2 km. de la costa, insertado entre las montañas, formado por calles empedradas, lleno de valles, jardines, bosques con almendros, olivos, robles y que a pesar de su cercanía con la capital (15 minutos) uno al aproximarse, tiene la sensación de adentrarse en otro lejano y fantástico mundo.

Está formado por una población de unos 2.000 habitantes y al ser una de las zonas más cotizadas, está compuesto por mansiones de alto nivel, como por ejemplo la residencia histórica adquirida por integrantes de la familia Swarovski. Muchos de sus residentes son artistas, gentes de alto grado adquisitivo, ciudadanos con casas trasmitidas durante generaciones o personas que sólo buscan tranquilidad y quieren escapar de grandes bullicios.

En las proximidades se encuentran algunas urbanizaciones, como “George Sand”, que está considerada exclusiva y con precios bastante altos.

También es interesante para visitar, el mercado semanal tiene lugar todos los domingos, donde tanto turistas como isleños pueden conseguir variedad de productos originarios y de gran calidad.

Para los amantes del deporte es ideal el terreno, para organizar caminatas, senderismo, escaladas, ciclismo, equitación e incluso golf (se encuentran varios campos a escasa distancia).

Para los mallorquines, esta comarca tiene un vínculo especial por ser el lugar de nacimiento el 1 de mayo de 1531, de la única Santa de la isla: Santa Catalina Thomas” patrona de Mallorca, conocida por los lugareños como “Sa Beateta”. beatificada el 3 de agosto de 1792, canonizada el 22 de junio de 1930 y fallecida en 1574. Era la sexta de seis hermanos, hija de una familia campesina, conocida por todos por su humildad, generosidad y poderes clarividentes para prever el futuro. Cuando tenía 21 años tras la muerte de sus padres, ingresó en la orden Agustinas de clausura (convento de Santa Magdalena de Palma). La calle Rectoría número 5 del pueblo (lugar de su nacimiento), se ha convertido casi en un verdadero santuario y en el mismo pueblo, muchas casas tienen colocadas en sus puertas, placas con su imagen implorando sus oraciones. La fiesta más famosa local es la de “Sa Beata”, que se celebra el día 28 de julio de cada año, donde el pueblo engalana sus calles mediante coloridos ornamentos, se organizan procesiones, cabalgatas y bailes, donde la mayoría de los participantes, asisten ataviados con atuendos regionales.

La cartuja de Valldemossa es un sitio de los más visitados. Es un palacio de estilo neoclásico rodeado por arcos blancos, pasillos que conducen a pequeñas celdas, que en realidad son minúsculos museos, impresionantes jardines, una iglesia, una antigua farmacia donde aún si uno se evade un poco, casi puede oler los aromas de hierbas, una biblioteca que era el lugar habitual de reuniones semanales de los monjes, un museo de arte moderno con obras de “Picasso”, “Miró” y “Juli Ramis”, un monasterio que se llama “Palacio del Rey Sancho”, construido en el siglo XIV, que fue un obsequio de los Monjes Cartujos y un museo dedicado al músico/ compositor polaco “Frédéric Chopin”. El lugar suele ser visitado durante todo el año, ya que dispone de una amplia oferta musical y cultural, como el “Festival de Chopin”, que se celebra el 24 de agosto y durante la segunda fiesta más importante del pueblo que es la de “Sant Bartomeu”, patrón de Valldemossa el pueblo se transforma en todo un lugar de culto a la música clásica. Actualmente en sus jardines, se realizan numerosos conciertos destacados, como el del pianista “David Gómez”, que anualmente suele ofrecer sus fascinantes conciertos a la luz de un piano y 200 velas.

Esta población probablemente sea la más conocida de la zona, precisamente debido a la influencia que tuvo el paso por la aldea de “Frédéric Chopin” y su amante la escritora francesa “Aurore Dupin” (conocida con su pseudónimo “George Sand”), ya que estuvieron instalados un invierno (1838-1839) en una de las celdas del monasterio por prescripción médica (él padecía tuberculosis), aunque su estancia no fue lo satisfactoria que esperaban, debido en parte a las grandes lluvias, humedades y vientos que azotaron el territorio durante aquella época, cosa que no ayudó nada a su mejoría y por otro lado, a la mala acogida que tuvieron por parte de los vecinos del pueblo, que como en aquella época eran gentes con mentes muy cerradas, no veían con muy buenos ojos aquella relación y además tampoco aprobaban la actitud de ella, que era una mujer muy adelantada a su tiempo y con costumbres inusuales para las mujeres de la isla. En este periodo la escritora escribió el libro “Un invierno en Mallorca” que fue un superventas traducido en varios idiomas y donde quedó reflejada su mala experiencia con los habitantes.

El músico por su parte, aprovecho este periodo para componer bastante música y entre ella, la mayoría de sus 24 preludios. En la actualidad en la celda número cuatro del monasterio (lugar donde estuvieron instalados), se ubica el “Museo De Chopin”, que aún conserva varios instrumentos originales, como su célebre piano.

Continuando haciendo un poco de historia, cabe destacar que en el año 1.867, llegó a la isla el archiduque “Luis Salvador de Austria”, quien a primera vista se quedó tan enamorado de la belleza del entorno, que desde su llegada dedicó su tiempo a adquirir, restaurar y acondicionar un gran número de fincas de la zona (palacio de “Son Marroig”), construyendo también, a fin de hacerlas asequibles, una amplia red de caminos, así como numerosos miradores, donde poder admirar las impresionantes vistas y acantilados. También dedicó parte de sus largas estancias, a elaborar cantidad de estudios, dibujos y conocidos escritos sobre el archipiélago como el “Die Balearen”.

Posteriormente durante el siglo XX, la ciudad se modernizó formando un nuevo trazado urbano y construyendo una nueva carretera que comunica el pueblo con la ciudad de Palma, con lo que el pintoresco pueblo creció considerablemente y desde entonces quedó mejor comunicado con el resto, atrayendo gran cantidad de poetas, escritores y personas ilustres como por ejemplo: “Santiago Rusiñol, Miguel de Unamuno, Rubén Darío, Azorín, el político Antoni Maura, o pintores como Coll Bardolet, Eliseu Meinfren, Joan Fuster, Zupan, Burwitz, Carlos Mogueria, Torcigliani. Etc.”.

Personajes notables que llegaron atraídos por la luz intensa, sus paisajes, amaneceres y puestas de sol, que muchos intentaron reflejar de diferentes formas en sus distintas obras. Muchos de estos artistas, se alojaban en el “Hotel del Artista”, institución familiar y regentado por la familia Estarás. En este mismo local, se constituyó en el año 1.925 el Parado de Valldemossa, cuyo fundador fue Bartomeu Estarás Lladó (propietario del hotel). En 1.950 se formó el grupo musical “Los Valldemossa”, que motivó a la recuperación del baile folclórico mallorquín.

También es importante resaltar la importancia que ha tenido para la región el centro cultural “Costa Nord”, fundado por el actor “Michael Douglas”, y que funciona como sede de la misma fundación. El actor también es el dueño de una extensa y conocida propiedad situada cerca del mar. Los visitantes de centro pueden visualizar un video con narraciones de este “Douglas”, degustar productos autóctonos o conocer los diferentes bailes regionales.

No podemos hablar de este pueblo sin hacer una especial mención a un negocio familiar de maestros artesanos especialistas en dulces tradicionales y representativos de la isla. Negocio fundado en 1.920 y que actualmente está regentado por su tercera generación. Nos referimos a la panadería/ pastelería “C’an Molinas”, donde continúan produciendo sus deliciosos dulces con recetas secretas antiguas, materias de primerísima calidad, cocidas en el mismo horno tradicional moruno a base de leña y que les proporciona este sabor tan especial. Entre algunas de sus especialidades destacaríamos: El famoso gató de almendra o avellana (que suele acompañarse con helado), ensaimadas, empanadas, mantecados, robiols (pasta rellena de confitura, requesón o cabello de Ángel), buñuelos, cuartos (pastas de masa esponjosa con forma cuadrada), pero de todos ellos, el dulce más representativo tanto dentro de la comarca como fuera, es la “coca de patata”, que es una especie de bollo dulce que antiguamente se hacía de una sola pieza y que luego a través de los años, además de mejorar su fórmula, se modificó a un formato individual. Como su nombre indica, tiene la patata como principal ingrediente. En invierno suele tomarse acompañada con un chocolate espeso caliente y en épocas más cálidas, con un helado de almendra preparado con frutos secos autóctonos. También son deliciosas unas tortas que elaboran con la misma pasta, pero cubiertas con sobrasada o pimientos rojos dulces. Esta última tal vez no sea tan conocida y hay que encargarla, pero podemos asegurar, que vale la pena probarla…

En la cima de Valldemossa, se encuentra el Puig des Teix, que es uno de los picos más visitados por los excursionistas en esta cadena montañosa. Es una ruta un poco complicada y que tiene una duración de casi cinco horas de trayecto.

También es interesante visitar la finca agrícola de “Son Moragues”, construcción de unos 700 años de antigüedad y situada en las afueras del pueblo. Su producción de aceite de oliva (variedad 100 % mallorquina) sigue siendo en la actualidad importante, sus mermeladas ecológicas, aceitunas y conservas que pueden adquirirse directamente en la finca, son exquisitas.

A una distancia de 4 Km. del centro, se encuentra el “Caló de s’Estaca”. Se trata de una pequeña cala muy estimada entre los excursionistas, senderistas. pescadores o por los mismísimos isleños. Para llegar, se tiene que descender desde el “Monasterio Miramar” y seguir la marcha por un tortuoso sendero, que no es del todo aconsejable recorrer con vehículo. Es una excursión un tanto accidentada, aunque el esfuerzo se ve recompensado al llegar y poder disfrutar de sus aguas turquesas, totalmente cristalinas. Normalmente los senderistas lo recorren andando. La parte positiva es que como durante el trayecto hay varias encinas, se pueden encontrar espacios para cobijarse. Allí tenía una casita para fines de semana “Xesc Forteza”, que fue unos de los cómicos más notables mallorquines.

Valldemosa no es una localidad de costa, aunque está muy cerca del mar (solo a 7 kilómetros) y como muchos otros pueblos de la isla, también tiene su propio pequeño puerto de amarre para botes pequeños, con una playita de piedras pequeñas (Cala Sa Marina) y un bonito restaurante que se llama “Es Port”, con comida tradicional en un entorno incomparable.

Con referencia a la restauración puede ofrecer muchas opciones, desde las de diseño más elaboradas para exigentes, como otras muchos más rústicas, tradicionales o representativas de la isla.

En el caso de preferir saborear cocina/ fusión en un ambiente especial, entonces hay que probar “Casa de Sa Miranda”. Emplazado en el edificio que antiguamente era la entrada al La Cartuja. Ofrecen manjares de gran calidad y en un entorno sin grandes aspiraciones.

“Es Roquissar” es el sitio ideal para un largo almuerzo en la plaza principal de la ciudad, con un bonito patio. El menú es innovador y tiene muy buen precio.

Luego en un lugar más recóndito y en una de las pequeñas calles del pueblo, está “QuitaPenas Valldemossa”. Se trata de un pequeño bar de tapas con sólo tres mesas que goza de gran fama. Muchos clientes (sobre todo jóvenes) suelen degustar un surtido de tapas en sus escaleras y sentados sobre cojines.
“Grand Café Cappuccino” en la plaza principal, donde se pueden tomar platos apetitosos sencillos de elaboración, diferentes tipos de cafés, diversos cócteles y buenos postres.

“C`an Costa”, restaurante instalado en un antiguo molino de aceite restaurado, con capacidad para unas 80 personas, cocina autóctona y sugerencias de mercado. Ideal para grupos y toda clase de celebraciones.

Si nos referimos a los hoteles de gran calidad, debemos hablar del Hotel Valldemossa, Se encuentra en un entorno privilegiado en lo alto de una colina, con unas vistas espectaculares, variados jardines, camas con dosel, vigas vista, arcos de piedra, acogedor balneario, cocina insuperable, un esmerado servicio, todo ello acompañado por un ambiente que desprende cierta dosis de magia y que es ideal para cenas sentimentales o románticas. El precio, no es demasiado asequible, pero uno sale complacido por la calidad, entorno y trato recibido.

Petit Hotel de Valldemossa”. Se trata de un edificio de piedra mallorquina, con gran terraza, espaciosa biblioteca, agradable sala de estar y que esta regentada por una pareja de complacientes y atentos empresarios.

Hotel “Mirabó de Valldemossa”, con cuatro estrellas, es un edificio de piedra (siglo XVI) de color amarillento que está a un lado del valle. Tiene 8 habitaciones decoradas con gusto y piscina con espectaculares vistas. Este negocio es de gestión familiar y es un rincón sumamente apreciado.

«Hotel “Sa Vall”, finca con aire tradicional, que cuenta con 7 habitaciones con espectaculares jardines que rodean una piscina. Ofrece un ambiente entrañable y muy cálido.

Otro ejemplo, es una casa antigua señorial situada en las afuera Finca Son Brondo”. Está compuesta por 4 dormitorios y suelen alquilarla tanto para celebraciones, como completa para grupos de hasta 15 personas.

Un nuevo y precioso concepto en este municipio es el Hotel Butique Cas Papà, que cuenta con 13 preciosas habitaciones y ha sido diseñado por Lluisa Llull ( muy apreciada en esta casa)

Por último, otra finca similar más pequeña en extensión, es Cas Garriguer , que dispone de 10 habitaciones y una seleccionada bodega para los amantes de los buenos caldos.

Es un pueblo tan pintoresco, bonito y mágico que casi es una cita obligada para todos los visitantes, un sitio que todos deberían conocer y un lugar en el que muchos soñarían instalarse…

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

Historias de la Tramuntana: Banyalbufar

Historias de la Tramuntana: Banyalbufar

Ahora desde Esporles, nos dirigiremos a otro pequeño municipio que se llama Banyalbufar, pequeño pueblo situado en la costa oeste de Mallorca y que tan sólo se encuentra a quince minutos, junto a la carretera que une Pollensa con Andratx.

El nombre procede de una combinación del árabe y catalán, cuya traducción es: “Construido junto al Mar”. Antiguamente en el siglo X, toda la zona estuvo habitada por musulmanes, que se dedicaban al cultivo, utilizando para ello, una red de acueductos y que actualmente a pesar del tiempo transcurrido, aún siguen en funcionamiento.

Esta demarcación tiene una población aprox. de 500 habitantes y en ella se encuentran cuatro montañas pequeñas, siendo la “Mola de Planícia” la más alta, con unos 940 m. y “Sa Talaia” la más baja, con tan solo unos 300 m.

Tras la conquista de Mallorca por allá el año 1.229, este pueblo se cedió a dos caballeros que se llamaban: Gilabert de Cruïlles y Ramon Sa Clusa, que implantaron un régimen señorial, que se caracterizaba por tener potestad civil y criminal sobre todos los aldeanos.

Igual que sucede a lo largo de toda la costa de la isla, en los puntos más visibles se edificaron atalayas de vigilancia, con el fin de atisbar a los posibles enemigos que se acercaran. Lo mismo que torres de defensa como protección ante los temibles piratas.

De estas torres de vigilancia, nos atreveríamos a decir, que la más popular es la Torre del verger o “Torre de se ànimes” (torre de las almas), por sus maravillosas y espectaculares vistas sobre el mar.

Las playas y calas más conocidas de la zona son: Cala Banyalbufar, Port des Canonge, Es corral Fals, Son Bunyola y Sa Galera.

Entre las rutas que podremos recorrer a pie, que transcurre entre bosques y franjas rocosas, es pintoresca la que llega desde la carretera hasta la playa del “Port Des Canonge”. Es un trayecto frecuentado a menudo por senderistas y un poco complicado de recorrer, debido a sus numerosas pendientes y formaciones abruptas. Al llegar al puerto, veremos las casetas de los pescadores que actualmente, aún se mantienen en uso. Antiguamente a este camino se le conocía como “Camí des Carabineros” (Camino de los carabineros), aunque en la actualidad se le conoce como “Sa Volta des General” (La vuelta del General), debido a que antes había allí una propiedad, que pertenecía a un antiguo militar.

Esta zona se caracteriza por sus lluvias en cualquier época de año, aunque las más abundantes suelen recogerse en el mes de octubre. La mayor tempestad de la que se tiene noticia fue en 1.975.

Anteriormente esta región estuvo dedicada a la ganadería, pesca y agricultura, donde destacó por la producción de tomates de ramillete (tomates autóctonos que se hilan y se cuelgan para favorecer su larga duración).

Antiguamente esta comarca parecía un gran viñedo con unas 2.000 viñas y se especializaba en la elaboración de un legendario vino seco blanco llamado “Malvasía”, que según parece era el preferido por el mismo Rey de Aragón y que hace años casi desapareció, pero que ahora gracias a los viticultores, modernos, se ha vuelto a elaborar con éxito. Es aconsejable visitar alguna de sus bodegas regionales, como la Bodega-Bar “Son Vives”, cuya producción de sus caldos, se realiza en terrazas situadas en las laderas o el “Celler Can Pico” que es una bodega más pequeña y representativa de la isla.

Os dejamos información técnica del Malvasía: Ficha Técnica Malvasia Banyalbufar

En el centro del pueblo encontraremos una cascada y también la posesión de “La Baronía” y el Café “Bellavista”, que se llama así, debido a las hermosas vistas que se pueden contemplar desde su terraza. ¡Las puestas de sol son una maravilla desde allí!

A lo largo de este territorio se puede elegir entre una gran variedad de hoteles de pequeño tamaño, hoteles boutique (tan de moda en estos tiempos), rurales, divertidos albergues y hostales.

Como por ejemplo: “Hotel Baronía”, situado en un antiguo palacio, Hotel Sa Coma,  Hotel Mar i Vent, Hotel Son Borguny, Hotel Rural Ca Madó Paula y el Hostal Rural C’an Busquets.

En cuanto a restaurantes, tenemos varias y buenas opciones para escoger, como “El restaurante 1661” (Cuina de Banyalbufar), que es altamente aconsejable, fundado por una familia alemana y que muchos consideran como uno de los más destacados y con una exquisita cocina. Asimismo, el “Restaurante Son Tomás”, al que se le otorgó de la guía Michelín, la distinción “Bib Gourmand”’ por su oferta en cuanto a calidad-precio. Otros como Ca’ Paco, Es Batle negre

Realmente se trata de una comunidad no muy grande en cuanto a residentes fijos, pero con gran afluencia de visitantes, llevados hasta allí por sus pintorescos rincones escondidos y sorprendentes vistas.

El senderismo y ciclismo son unas de las actividades más populares de la zona. Existe una ruta muy bien señalada y que va desde el pueblo hasta el puerto.

Con el buen tiempo no sólo es recomendable esta región para realizar deportes al aire libre, sino también es ideal para refrescarse en alguna de las numerosas playas de arena, gravilla e incluso de rocas, para todos aquellos a los que no les gusta demasiado ensuciarse.

Cada año a principios del mes de septiembre, se celebran las fiestas locales de la Natividad de Nuestra Señora, que promueve una semana llena de verbenas y acontecimientos. Pero además, Banyalbufar ha conseguido poner de moda el festival de Jazz Banyalbujazz, que cada año acontece en Julio/Agosto y llena el pueblo de música y actividades entorno a la música jazz y a los grandes de este sector. Es precioso y es un evento indiscutiblemente único.

Esta comunidad vive bastante alejada de inestabilidad política y es un lugar ideal para que uno pueda instalarse, tanto si decide adquirir una vivienda habitual, como si únicamente desea tener un alojamiento vacacional. Es una localización perfecta para artistas, bohemios y personas que desean la calidad de vida y la tranquilidad. Banyalbufar cuenta con ayuntamiento propio: click

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

Historias de la Tramuntana: Esporles

Historias de la Tramuntana: Esporles

Empezaremos nuestro interesante recorrido por la Sierra de Tramuntana, visitando los diferentes pueblos que la componen y descubriendo algunas de sus curiosas características.

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El primer lugar que conoceremos se llama Esporles y está situado en la parte oeste de Mallorca.

Se trata de un pintoresco pueblo atravesado por un riachuelo, con diferentes puentes que lo cruzan, qué fue constituido en tiempo de los moros y que luego se extendió, durante la reconquista cristiana del siglo XII.

Este bonito lugar conserva aún parte de su encanto natural, con calles ondulantes y casas típicas construidas a base de piedra con vigas.

El clima en este municipio en algo más frio y húmedo que en otras zonas de la costa e incluso algún que otro invierno puede llegar a nevar, ofreciendo unas hermosas y espectaculares vistas. Es bonito todo el año, en cada estación y comprende numerosos rincones con vistas propias de un cuadro.

Al disponer de una excelente red de carreteras y al estar tan próximo a la capital (15 km.), favorece que se establezcan en la zona, muchos residentes que deben bajar a la ciudad o alrededores, para desempeñar sus funciones laborales. Todo ello hace que sea una buena opción asequible, tanto para los pobladores permanentes, como para aquellos que sólo buscan un refugio tranquilo para pasar sus vacaciones. Además, como hemos comentado anteriormente, al estar situado a tan sólo a 15-20 minutos en coche de Palma, hace que sea muy fácil y rápido el acceso, tanto a cines, teatros, centros comerciales o grandes superficies.

Tiene tres accesos diferenciados, o bien por la carretera de Valldemossa, o bien atravesando Establiments, o por último, desde el otro lado, por la carretera de Banyalbufar, en la zona norte del municipio. Os dejamos aquí información relevante sobre los accesos: click Esporles accesos

También se encuentra muy cerca la Universidad de las Islas Baleares y del Parc Bit, (centro empresarial de tecnología) y donde Microsoft dispone de un centro de innovación.

El municipio de Esporles está formado por dos partes: Vilavella y Vilanova.

Es una región utilizada con preferencia por excursionistas y subiendo, tiene en lo alto del pueblo, una extensión de terreno común que puede ser utilizado sin problema por todos, con mesas y bancos para que la gente pueda hacer paellas, torradas o cualquier otro tipo de fiestas. Esta zona recreativa está situada en una de sus montañas, Es Verger, y se llama Son Tries, de donde emana una de las tres fuentes naturales del pueblo: Click

Antiguamente su mayor economía se basaba en la agricultura y ganadería, aunque también tuvo una importante industria textil, de la que aún hoy quedan restos, qué con el paso del tiempo, se han ido transformando en residencias particulares o en locales profesionales.

En la actualidad y como en la mayor parte de la isla, su primordial riqueza es el turismo.

Su comarca comprende pequeñas urbanizaciones, tales como: Ses Rotgetes, Es Verger, Canet.

Sitios de interés: Iglesia parroquial de s´Esgleieta, iglesia parroquial de San Pedro, Ermita de Maristella, Cor de Jesús, Sa Granja, Son Tugores, Canet.

En lo referente a la educación encontraremos: Colegio público Gabriel Comas i Ribes y el instituto público Josep Font i Tries.

Relativo a los deportes: Pista de tenis en Son Quint, Pabellón Municipal de Baloncesto, parque de fútbol de Son Quint (césped) y también en el Colegio Gabriel Comas i Ribas, se pueden practicar Gimnasia Rítmica y Voleibol.

Como todo buen pueblo, celebra variadas fiestas tradicionales: Las más importantes son las de San Pedro (del 23 al 30 de junio), Hay que resaltar que hace unos años, se incorporó el popular «Correfoc«, que para los que no lo sepan y como dato curioso, contaremos que su origen proviene de un antiguo baile que se llamaba “Ball de Diables” (baile de diablos), cuyos primeros testimonios que figuran, son del siglo XII.

También hay que señalar la llamada “Fira Dolça”, que ocurre el primer domingo de Octubre, donde los dulces son los protagonistas y que se celebra desde el año 2.005, para tentación y satisfacción de los más golosos. Este día a lo largo del paseo se montan casetas con toda variedad de pastas típicas (crespells, empanadas, cocarrois, cocas variadas, ensaimadas etc.), la mayoría de ellas, elaborados por los mismos vecinos. En esta jornada resulta un poco difícil acceder al centro del pueblo, debido a la gran cantidad de visitantes, que no quieren en modo alguno, perderse esta fiesta. Al mismo tiempo se celebran diversos concursos, exposiciones, talleres infantiles de golosinas y así mismo encontraremos, puestos de artesanía, una zona dedicada a bordadoras y otra a los fabricantes de cerveza oriunda de la zona, entre otras muchas actividades.

Si uno está interesado o es amante de los vinos ecológicos, debe visitar La Bodega “Es Verger”, empresa familiar y donde encontrara buenos caldos que la familia Fullana viene elaborando artesanalmente.

También queremos contaros otra bonita iniciativa que, gracias al entusiasmo popular, colaboración institucional y ayuda de otras variadas asociaciones, se pudo llevar a cabo, materializar y poner en marcha. Se trata del Constesporles”. Es un festival que se viene realizando desde hace unos años y donde el cuento es el protagonista y el género literario central. Las historias de hadas, brujas y dragones toman protagonismo y ocupan el pueblo, pero no os creáis que solo son para el disfrute de los más pequeños, Ya que también consigue, que los adultos, saquen al exterior su lado más infantil, vuelvan a ser niños y se diviertan, con magia en forma de pequeñas ficciones. La jornada empieza con un pasacalle armonizado con xeremies, mucha música y variedad de canciones que amenizan la fiesta. Se hacen talleres de estampación, marionetas, historias, relatos, exposiciones y conferencias. Hay instalados tenderetes a lo largo del paseo, en donde se pueden adquirir variedad de libros infantiles, cargados de fantásticos dibujos y toda clase de magia.  A este evento, asisten gentes de todas partes e incluso con invitados de honor tanto de la península, como Alemania e Irlanda (una de las cunas de numerosas leyendas).Podríamos decir que todos los habitantes, abren este día las puertas de sus casas para dar entrada libre a la fantasía…

No podemos hablar de esta comarca sin resaltar “La Granja de Esporles”. Es un bonito museo histórico del siglo XVII abierto al público y que antes era muy valorado por sus aguas naturales de manantial. Rodeado de bellos jardines, poblada vegetación, fuentes naturales y un típico restaurante, con una terraza en la que uno puede pasar tiempo relajándose o simplemente evadirse disfrutando del entorno. Como incluye un espacio con gran cantidad de animales, son frecuentes las actividades escolares, donde los pequeños pueden disfrutar conociendo las diferentes especies. Es un lugar idóneo y muy utilizado para celebrar bodas o cualquier otro tipo de conmemoraciones familiares.

Establecimientos dedicados a la Restauración

Esta región cuenta con gran cantidad de bares y restaurantes de primera calidad. Uno de los que debemos mencionar y no podemos de ninguna forma obviar es “El Mesón La Villa”. Se trata de un asador Castellano de gran tradición, famoso por confeccionar en horno de piedra, el mejor cochinillo y cordero de la isla. También se aconseja probar el pan, que es irresistible y se cuece en el mismo horno. Si queréis asistir no hay que olvidarse de realizar una reserva con anterioridad, ya que si no es bastante difícil encontrar mesa…

Aún así, la zona más comercial de Esporles se caracteriza por «El Passeig» , una terraza-paseo peatonal donde se ubican los principales comercios hosteleros, con terrazas sobre la rambla, donde las cenas de verano toman protagonismo cuando bajan las temperaturas.

Con referencia a los hoteles, contaremos que existen varios convencionales, otros hostales con derecho a cocina, instalados en castillos o residencias con gran carácter y con un servicio de esmerado prestigio.

Este pequeño gran municipio cuenta con todos los servicios necesarios, tiendas, comercios, servicios municipales, centro de salud, oficina de correos, farmacia, supermercados, escuelas e instituto, bancos… para que la calidad de vida sea aún más cómoda y excepcional. Conserva la tranquilidad de un pueblo pero modernizado, cercano y con una calidad adquisitiva medio-alta, de manera que la buena educación y el respeto hacen que la vida aquí sea segura, cómoda y muy amigable.

Para alguien que busque una propiedad en la zona, encontrara ofertas relativamente asequibles, tanto en casas rústicas, villas o fincas. Es nuestro municipio, y hay tanto que contar que lo iremos desarrollando progresivamente… ¡Esta es tan sólo la primera pincelada general!

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

La Sierra de #Mallorca, #esporlascasas y #esporlas montañas…… ¡Es por la Sierra de Tramuntana!

La Sierra de #Mallorca, #esporlascasas y #esporlas montañas…… ¡Es por la Sierra de Tramuntana!

INTRODUCCIÓN

Muchos hemos oído hablar de la Sierra de Tramontana o Tramuntana en Mallorca, pero … ¿Como es? ¿Qué extensión comprende? ¿Y cuáles son sus particularidades?

Vamos a descubrirlo juntos, realizando un bonito viaje en el tiempo…

La Sierra de Tramontana es el principal macizo de las Baleares y su nombre procede del viento que sopla en la región y cuya traducción en castellano es: “Mas allá de las montañas”.

El clima mediterráneo se caracteriza por ser un clima suave de temperaturas moderadas. En verano, son un poco más altas y pueden alcanzar unas medias anuales entre los 16 y 18ºC.

Este paisaje de legado cultural está situado en las abruptas laderas de una cadena montañosa, paralela a la costa noroccidental de la isla de Mallorca. Extensión en origen con pocos recursos de agua y que actualmente, muestra una red acoplada de mecanismos interconectados para la gestión de agua, en los que se engloban molinos hidráulicos, que han transformado el terreno entre las distintas propiedades de origen ancestral. El paisaje está compuesto por cultivos en terraza (sistema de recogida y distribución del agua para siembras en pendientes escarpadas) así como también, por edificaciones características de la zona, de casas construidas con la técnica de piedra en seco (piedra sin argamasa/cemento), los bancales o marjades, caminos de carro y todo ello a menudo, bordeado por las numerosas canalizaciones.

La componen 21 municipios, con una extensión de unos 90 km. de largo y está formada por numerosos escarpados acantilados, gargantas, preciosas calas, verdes valles, montañas, numerosos peñascos, todo ello con diferentes alturas, que van desde el nivel del mar hasta los picos más altos (Puig Mayor) (1.436 m.) y el Puig de Masanella (1.365 m).

Este macizo posee abundantes cuevas, como la más destacada, que es la “Cova de Sa Campana” (305 m). También hay profundos cañones, siendo el de “Sa Fosca» el más famoso por su dificultad y que sale del embalse del “Gorg Blau” en dirección al “Torrente De Lluc”, donde se unen formando el conocido “Torrent De Pareis”, compuesto por unas paredes verticales de hasta 300 m. y que es uno de los sitios preferidos por los excursionistas, senderistas y deportes de riesgo.

Algunas de las cimas más importantes son:

Sierra de Alfabia, Puig Major y Puig de Massanella,Puig de Galatzó, L’Ofre, Sierra de Son Torrella, Puig Tomir, Penyal des Migdia, Puig d’en Galileu

Otras montañas de menor altura:

Sa Comuna, Puig des Moro, Sa Figuera, Pujol d’en Banya.

Accidentes geográficos destacados:

Barranc de Biniaraix, Torrent del Filiat, Torrent de Mortitx, Torrent des Lli, Coma de n’Arbona.

A lo largo de su terreno, también se hallan los tres grandes embalses:

El Cúber, Gorg Blau y el tercero que es militar y de menor tamaño, solo para uso exclusivo de la base del “Puig Mayor”. Basándonos en la geología, se podría considerar la sierra de Tramontana, como una prolongación de la cordillera Bética y forma parte del término municipal de los municipios siguientes:

Esporles, Puigpunyent, Estellencs, Bayalbufar, Valldemosa, Deiá, Soller, Fornalutx, Escorca, Santa María del Camí, Inca, Lloseta, Campanet, Selva, Pollensa, Mancor de la Vall, Alaró, Bunyola, Caimari, Andratx, Calvia.

Como observareis muchos pueblos tienen nombres de procedencia islámica, debido a su historia y gran legado árabe.

La población total de la Sierra de Tramontana es de 114.646 habitantes.

Como las otras comarcas de la isla, no tienen reconocimiento oficial. Su capital comarcal actual se considera que es Sóller.

Las primeras evidencias de presencia humana datan de unos cinco mil años atrás.

Después los siguientes pobladores, dejaron huellas de su paso en forma de diversos vestigios históricos, tales como talayots, torres, monasterios, iglesias, posesiones y también, algún que otro palacio.

Encontraremos restos de tres tipos de fortificaciones diferentes: romanas, musulmanas y cristianas.

Los paisajes montañosos y bordeados de mar son tan impresionantes, que ya hechizaron desde antiguo a muchos pintores, los cuales intentaron capturar y plasmar en sus telas, los diferentes cambios de luz que se producen sobre sus sorprendentes paisajes, sobre todo durante la aurora o en el crepúsculo.

Desde tiempos atrás, el cultivo del olivo y la vid, consiguieron que floreciera la agricultura y al mismo tiempo también, la explotación de los recursos naturales, ayudo a la conservación del hábitat y la flora. Las oliveras, madroños, encinas, almendros, genistas o arces son algunas especies que predominan.

En cuanto a la fauna, se han logrado preservar muchas especies endémicas, tal como el Buitre Negro (Voltor), que es el ave rapaz más autóctona de la isla. Asimismo, destacan también, otros animales como comadrejas, erizos, liebres, ginetas y una gran variedad de sapos.

Debido a su alto porcentaje en riqueza, inmenso legado de tradiciones, leyendas, artesanía, espectacular gastronomía y la diversidad de tesoros que a menudo están expuestos a olvidarse o desaparecer en el tiempo y que son imprescindibles para preservar nuestra herencia y la historia de todos nuestros antepasados, el Consell de Mallorca impulsó el ambiciosos plan, de inscribir esta sierra en la categoría “Paisaje Cultural Del Patrimonio Mundial de la Unesco”, aunque como medio previo exigido, para garantizar la supervivencia del lugar, tuvo previamente que proceder a crear, un plan de gestión y garantía, con el fin de poder conseguir, la participación y cooperación de diversas entidades importantes, culturales y sociales de la isla.

Aunque esta entidad (UNESCO), es la que tiene la última palabra en la concesión de estos títulos y por tanto la encargada de emitir veredicto, anteriormente las solicitudes son examinadas por dos organismos diferentes:

-Uno es el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que emite un dictamen sobre los sitios culturales

– El otro es, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que se ocupa de formular juicio, sobre los bienes naturales. Estos órganos publican sus informes, positivos o negativos, a la entrada en la lista, entregándolos posteriormente, al Comité del Patrimonio Mundial.

La aprobación y resultado favorable final, se consiguió en junio del 2.011, pasando desde entonces a denominarse “La Sierra de Tramontana”, como “Patrimonio Mundial de la Unesco”, en la categoría de “Paisaje Cultural”.

Artículos de «Historias de la Tramuntana» redactados por Maggy Barceló, colaboradora.