Mañana es San Valentin, y queremos contar que los agentes inmobiliarios también nos enamoramos de nuestras casas, de nuestros clientes, de los vendedores, de los colaboradores, de los proveedores y sentimos cada caso en nuestro corazoncito.

Muchas veces se nos adjudica injustamente el rol de la especulación, de la frialdad de transacciones económicas y comisiones, pero algunos no trabajamos de esta manera y realmente nos implicamos hasta los tuétanos en cada caso, en cada visita, en cada captación, en cada seguimiento. En Esporlascasas al menos trabajamos con las emociones en todo lo que hacemos, porque nos tomamos muy en serio las vidas de las personas que hay detrás de cada caso.

Realizar una operación inmobiliaria para nosotros es algo sensible, porque siempre hay historias humanas detrás de cada experiencia y nos encanta escucharlas y tratar de encontrar los mejores caminos y la mejor forma de atender a una parte y a la otra, a vendedor o arrendatario y a comprador o arrendador, y a todos los implicados. Existen muchas necesidades o demanda de servicios complementarios para ayudar a cada caso, y nos encargamos de todos ellos con absoluta implicación, ya que somos Personal Housers, y también estamos enamorados de nuestros colaboradores, proveedores y servicios.

Muchas veces, visitamos nuestras casas en decenas de ocasiones, y pasa que se venden por otra vía, y cuando eso ocurre, nuestros corazones sienten una mezcla agridulce porque nos alegramos del éxito de los vendedores pero también tomamos consciencia de que no volveremos a ver la casa, con la que hemos compartido tantos momentos, de la que incluso nos hemos enamorado. Además, quizá no volveremos a ver a los propietarios o nuevas familias de estas casas porque se mudan a otro lugar, la vida toma otro rumbos y la relación se desvanece, y eso también lo sentimos y nos apena. Por eso nos fascina cuando conseguimos seguir en contacto, y esta relación no perece.

Ser mediador no es siempre sencillo, te encariñas con los proyectos, con las personas que los forman, con las sensaciones que producen esos hogares, y es efímero…

Nos gusta mucho implicarnos, cada caso es un caso único y no funcionamos por baremos y porcentajes, sino que funcionamos por personalización de todas nuestras operaciones y encargos.

¡Estamos enamorados de nuestro trabajo!

En muchas circunstancias invertimos tantas horas de cariño, tantas visitas, tantos viajes, tanta comunicación… llegamos antes, abrimos las ventanas para que entre el sol y la casa cobre vida, resaltamos las mejores características de cada espacio, los comunicamos con sensibilidad, los limpiamos y decoramos, estamos ratos a solas con las casas para respirarlas, escucharlas, sentirlas y establecemos vínculos con ellas y el entorno y con sus humanos, y también nos esmeramos para comprender las necesidades de quienes optan, sus gustos, sus preferencias, sus disgustos… ¿Cómo podría ser frío este trabajo?

El dinero es importante, por supuesto es un trabajo digno de vida y nosotros también debemos cobrar nuestras funciones, pero el dinero hueco no lleva a nada, y en Esporlascasas preferimos construir relaciones que se expandan, que comenten, que recomienden, y que, poco a poco, nos permitan formar una verdadera red social de personas a largo plazo, a las que ayudemos a ser un poco más felices y con las que siempre estemos a disposición hasta el infinito…

¡Os deseamos a todos un muy feliz San Valentin y os deseamos también que estéis enamorados de vuestros hogares!

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