Historias de la Tramuntana: Pollensa

Historias de la Tramuntana: Pollensa

Pollensa también conocida en mallorquín como Pollença, es un pueblo de unos 16.300 habitantes aprox., ubicado en la parte más septentrional de la Sierra de Tramuntana y con la isla de Menorca situada enfrente.

Lo forman estrechas calles que bordean la plaza principal, que está llena de cafés, bares y restaurantes como “Spira”, La Botigueta” o “PizzeriaObris”, donde se pueden degustar aperitivos o ligeros menús, aunque gracias a una serie de decretos referentes a la construcción que no permiten edificar viviendas de gran altura, toda la zona está compuesta por casas pintorescas y relativamente bajas.

Con referencia a las edificaciones destacaríamos dos zonas definidas, la de “Boquer” que es un espacio tranquilo mayormente con áticos y viviendas de estilo moderno, o la urbanización “Bellresguard”, que se diferencia de la anterior, por tener casas residenciales lujosas y en su mayoría rodeadas por extensos jardines.

Hay tres colegios en el municipio, entre los cuales se encuentra el “Colegio de Montesión” que está situado dentro de una iglesia Jesuita, mientras que en otra parte del mismo recinto se halla ubicado el ayuntamiento. En el puerto hay dos institutos públicos, donde su alumnado es en su mayoría multinacional. Hace unos años se tuvo la iniciativa de edificar un centro británico en la zona debido a un gran número de residentes anglosajones afincados en la zona, pero al final por una diversidad de problemas que surgieron, no pudo llevarse a término y se tuvo que abortar el proyecto, aunque de todas formas para todos los interesados en el aprendizaje del idioma, pueden desplazarse hasta la escuela “The Academy” emplazada en Marratxí y para lo cual existe una buena conexión de autocares escolares.

Esta región cuenta también con una gran variedad de flora autóctona y con especies tan singulares como el encinar, el lentico, el acebuche, el palmito (especie representativa de palmera europea) y también con una planta permanente “Naufraga baleárica”, que se encuentra cercana a una cala. En cuanto a la fauna, destacaríamos varias especies como el águila pescadora, el buitre negro (conocido en la isla como “voltor”) y el halcón. La región es ideal para los ornitólogos y amantes de las aves en general, ya que en la zona se halla el “Centro de Turismo Ornitológico La Gola”.

En este terreno se encuentran desde hace unos 3.000 años y antes de la llegada de los romanos, varios restos antiguos (Talaiots), que eran unas antiguas torres de vigía de forma circular y en algunos casos cuadradas, fabricadas a base de piedras y que aún hoyen día siguen despertando el interés de los arqueólogos sobre su significado.

Culturalmente la región ofrece muchas posibilidades y una gran cantidad de sitios por descubrir. En nuestro recorrido empezaremos por visitar lugares como: El Convento de Santo Domingo que data del siglo XVII, es un diseño a base de piedra arenosa y antiguamente fue morada de varias instituciones, como los Monjes Dominicos, una escuela o el cuartel de la guardia civil. Actualmente se haya instalado el museo de Pollensa, que tiene entrada gratuita. En este lugar en primavera se ubica la “Fire Del Vi” y también alberga diversas exposiciones, proyecciones cinematográficas, asó como conciertos al aire libre en verano, como parte del programa “Festival de Música de Pollensa”, con diferentes representaciones en las que han intervenido aristas de talla mundial, como la soprano “Monserrat Caballé”, que desafortunadamente nos ha dejado recientemente o “José Carreras”, transformando la ciudad con estos recitales, como una de las capitales culturales de la isla.

Los Jardines de Joan March”, situados en el centro del pueblo, son unos preciosos jardines con una torre gótica medieval, anteriormente propiedad de una acomodada familia, gran variedad de plantas y una figura del propio Joan March considerado por todos, como el salvador del pueblo en la lucha contra los árabes.

“El Puente Romano”, aunque no se tienen datos de la fecha de su construcción, es una de las obras más representativas de Pollensa, cruza el Torrente de Sant Jordi y enlaza el pueblo con l’Horta y Termelles y fue construido para el abastecimiento de Agua.

Monasterio Sant Jordi”, es una ermita construida en el siglo VXI, que actualmente aún se puede visitar y donde primeramente se establecieron los Jesuitas a su llegada al pueblo para desempeñar sus labores eclesiásticas, hasta que luego debido a las continuas polémicas que tenían con la congregación de los frailes dominicos (llegados antes a la isla), se vieron obligados a irse y buscar otro lugar donde instalarse, que encontraron en las faldas del monte Calvario, donde construyeron un convento con una iglesia de estilo barroco “San Ignacio” más conocido como edificio “Montisión”, edificación que incluía en una de sus partes una iglesia, un convento y más tarde un ayuntamiento, un juzgado y al cabo de un tiempo, una escuela pública. Más tarde tuvieron nuevamente que marcharse del lugar, al ser expulsados en 1.767 por Carlos III, pasando la propiedad a pertenecer al ayuntamiento. Como consecuencia de este traslado, se perdieron gran cantidad de obras de arte. Para visitar Montisión, se puede acceder en vehículo o los más deportistas podrán llegar a pie, después de una subida compuesta por 365 escalones. El trayecto tiene el nombre de “Vía Crucis” y en su cumbre “El Calvari”, hay una iglesia del siglo XVIII, donde se encuentra una estatua del siglo XIV “De La Mare De Deu”, encontrada en la Cala Sant Vicenç por unos pescadores. Cada año durante la Pascua se celebra un evento religioso, que reúne gran cantidad de gente y se llama “Devallament”, en el que varios actores locales portando velas, recrean el sufrimiento de Cristo en la cruz y transportan un gran crucifijo hasta la plaza. Aunque el ascenso a la montaña puede resultar un tanto cansado, vale la pena realizar el esfuerzo y recorrer este camino rodeado de cipreses, porque al llegar a la cima se pueden contemplar unas vistas espectaculares. Junto a la iglesia se encuentra un pequeño café regentado por una pareja sueco-española, donde uno puede refrescarse. El nombre de Montisión está íntimamente ligado a tres conocidos personajes de Pollença, como el músico Miquel Capllonch, que compuso varias obras para la coral de esta iglesia, consiguiendo de esta forma, que la música clásica llegara hasta el pueblo. Otro fue Mateu Rotger (considerado el primer historiador del pueblo), que comenzó las labores de restauración del edificio, ayudado por el poeta Miquel Costa i Llobera, sacerdote de la congregación y que pertenecía a una de las familias más notables, así como acaudaladas de la ciudad, el cual además de su contribución económica, también coopero a la causa, con varias pinturas realizadas por él mismo.

Casa Museo Dionis Bennásar”, donde se exponen obras del mismo Dionís Bennásar, nacido en el mismo pueblo y que muy orgulloso de su tierra, dejo pinturas con bellos paisajes de la isla.

Tampoco puede dejarse sin visitar el museo “Sa Bassa Blanca” que pertenece a la Fundación “Yannick y Ben Jacober” rodeado por un hermoso jardín de rosas, un parque de esculturas y una curiosa galería con retratos de niños.

También resulta interesante visitar el típico mercado municipal que cada domingo se coloca en la plaza principal y donde se pueden conseguir toda clase de productos locales o simplemente puede resultar un lugar ideal de encuentro, para vecinos y visitantes de la isla. En las pequeñas calles de todo su alrededor, se encuentran tenderetes que dan una nota de color al entorno y proporcionan todo tipo de productos como víveres, ropa, orfebrería marroquinería o variados detalles artesanales.

Cada año se celebra la semana del carnaval, con desfiles de carrozas y disfraces llamadas “Rúes” y en el mes de julio se festejan las fiestas “De la Virgen Del Carmen” (patrona de todos los marineros y pescadores) que duran unos ocho días y finalizan en la playa “La Gola” con una exhibición de fuegos artificiales. Durante la semana de carnaval tienen lugar desfiles de carrozas (conocidas como Rúes o Ruetes) y también fiestas de disfraces.

Como ya hemos comentado que ocurre a menudo en la isla, este municipio también dispone a una distancia aproximada de hora y media, de un bonito puerto marítimo de aguas transparentes, con una larga avenida “Paseo De Los Pinos”, excelentes playas como “Cala San Vicente”,” que es la más importante y se halla al pie del “Cavall Bernat”. También cuenta con abundantes hoteles, casas, apartamentos vacacionales y hasta cuevas paleolíticas. Luego si seguimos nuestro trayecto, a unas cuatro horas y media aprox., llegaremos a “El Monasterio De Lluc” muy conocido y apreciado por todos los mallorquines, donde muchos isleños a lo largo de sus vidas han pasado algunos días hospedados en alguna de sus celdas.

No pueden perderse las espectaculares vistas y sobre todo los atardeceres y acantilados que pueden observarse desde “Cap de Formentor” (antigua torre de vigilancia), desde donde se puede ver en días despejados, la vecina isla de Menorca. Aunque para llegar es necesario recorrer un trayecto un tanto complicado, lleno de curvas y que fue obra del ingeniero de origen italiano “Antonio Parietti”.

 

 

“Puig de Pollensa”, pequeña montaña de unos 300 metros aprox. que ofrece unas vistas espectaculares de toda la Sierra y de otros pueblos cercanos. Este lugar también tiene una historia, ya que cuando la zona estuvo azotada por una gran epidemia de peste, el obispo para reconfortar a sus habitantes hizo construir una capilla en el “Puig De María”. Veinte años después y según cuentan las crónicas, tres religiosas tuvieron en este lugar una visión de la Virgen. Con el tiempo, se construyó una torre de defensa, más tarde una iglesia y al final un reformatorio. La ermita dispone de algunos alojamientos que antiguamente habían sido las estancias de las monjas y también hay un pequeño restaurante que ofrece platos de cocina mallorquina.

Con referencia a su artesanía, no podemos dejar de hacer una mención especial a las telas más emblemáticas “Roba De LLengues” (tela de lenguas), de “Teixits Vicens”, situada en el cruce que va al puerto y que es actualmente una de las tres empresas artesanales importantes, con una antigüedad de unos 170 años.

Cabe destacar la fábrica “Expo-Pell”, donde se confeccionan zapatos artesanales fabricados a mano de gran calidad y reconocimiento, elaborados con piel propia de Mallorca y que tienen un reconocimiento internacional.

La historia de la ciudad está muy vinculada a la legendaria orden de “los Caballeros Templados”, cuyo palacio “El palacio de los Templarios” sigue estando emplazado en la villa, junto a la “Font des Galles”. En la plaza principal se puede encontrar “La Taberna del Temple”, que en su puerta todavía tiene tallada la imagen de un de los caballeros. Posteriormente en esta región, se vivieron unas épocas muy agitadas, pues por una parte eran frecuentes y continuos los ataques de los corsarios y por otra se produjo en aquellos tiempos, la invasión más famosa de los musulmanes a la ciudad capitaneada por el sangriento “Dragut”, en la que un mallorquín llamado Joan Mas, reuniendo un pequeño grupo de vecinos que únicamente iban armados con palos, lograron vencer y derrotar a los moros. Después del éxito de esta contienda, toda la isla fue repartida, otorgando la ciudad de Pollensa a los caballeros, logrando qué a partir de entonces, la demarcación prosperara notablemente. Esta batalla se conmemora cada año el día 2 de agosto, con una escenificación de la pelea, en la que una parte de los habitantes se disfrazan de cristianos y otra de moros, como parte de la fiesta regional. También se construyó en una de las esquinas de la plaza principal del casco antiguo, la iglesia “Nostra Senyora de Àngels” dedicada a la patrona del pueblo, cuya construcción fue a cargo de los templarios y luego reformada en el siglo XVIII para darle un estilo más barroco.

Asimismo, debemos apreciar algunas de las cosas ventajosas que hicieron los árabes a su paso en aquellos tiempos, pues fueron los que realmente instauraron los cimientos de la ciudad y construyeron los sistemas de riego que favorecieron la zona, suponiendo un gran auge para la agricultura y consiguiendo que la ciudad progresara considerablemente.

Repasando un poco la historia, conoceremos que en el año 123 a.C. un cónsul romano que tenía la misión de terminar con los piratas que atacaban constantemente el archipiélago y una vez que entrando por la Bahía de Alcudia conquistó la isla, fundó la ciudad de Polléntia (ciudad del Poder) poblándola con unos 3.ooo colonizadores llegados de la península. Asimismo, introdujo el comercio del vino y aceite. También construyó un teatro del que aún se conservan partes y que quedó abandonado cuando los bárbaros invadieron la ciudad.

Los primeros hallazgos de los que tenemos referencias se remontan al siglo XVII, aunque no sería hasta tres siglos después, cuando se empezaría a catalogar y estudiar todo lo recuperado en esta ciudad, capital del imperio romano en las islas. A través de las excavaciones realizadas, se pudieron descubrir varias salas, un capitolio, comercios y una nave que donde según parece, se destinaba para tratar los asuntos referentes a la iglesia, tres casas y parte de la muralla. También se localizaron objetos que habían pertenecido a un gladiador, gemas, porcelanas, esculturas, objetos de vidrio, telares, monedas, y utensilios de caza o pesca. En la actualidad en el museo podemos contemplar una escultura de un general romano y la de una mujer que se cree que desempeñaba el oficio de matrona.

Debemos señalar que durante la guerra Civil Española, el faro del puerto de Pollensa por orden del general Franco, se convirtió en una base militar, desde la cual volaban los hidroaviones alemanes que atacaron Guernica en 1.937 y que produjeron numerosas bajas, batalla que sirvió como inspiración a Pablo Picasso para una reconocida pintura. Actualmente es conveniente no acercarse a la base militar, ya que está protegida por unas estrictas medidas de seguridad, lo que hace que los visitantes no sean muy bien aceptados.

Recientemente y como dato curioso contaremos que en el año 2017, un grupo de artistas desarrolló una obra llamada “ Horizontem 360”, destinada a la transformación de uno de los antiguos barracones militares construidos durante la Guerra Civil.

Posteriormente y desde principios del siglo XX, se convirtió en un lugar predilecto por pintores que visitaban la isla, como Santiago Rusiñol, Anglada Camarasa, Tito Cittadini, Miguel Costa Llobera, Ramón Picó Campamar, Joaquín Mir, Dionís Bennássar, Agatha Christie, Antón E. Zischka, escritor austríaco o la compositora argentina Marilina Ross, que aprovecho su exilio para componer la canción “Puerto Pollensa” que a su vez, la hizo popular la cantante Sandra Mihanovich así como otros muchos que llegaron con la sola idea de relajarse unos días, tales como Winston Churchill o Peter Ustinov. También destacaron otros notables ciudadanos, como el cantante y productor David Tavaré, Alberta Giménez Adrover, religiosa, pedagoga, conocida popularmente como «Madre Alberta» y con un colegio que lleva su nombre, Guillem Cifre de Colonya, nombrado hijo Ilustre de Pollensa e Hijo Predilecto de Mallorca, maestro y fundador del banco “Caixa d’estalvis Colonya”, Miguel Costa y Llobera, capellán y poeta, así como también otros destacados deportistas: Sete Benavides, piragüista olímpico o Pedro Cifré, jugador de baloncesto entre otros.

Otro dato curioso que podemos narrar es que Michael Pietroni durante un evento financiado por Blevins Franks, obsequio al ayuntamiento una colección de mapas antiguos de toda la demarcación.

Haciendo referencia a su gastronomía diremos que como en toda la isla, es muy rica y variada, reflejando en sus platos la influencia de la tradicional cocina Mediterránea, tanto en platos locales como más occidentales, como por ejemplo las “Sopas Mallorquinas” a base de lonchas de pan mallorquín y verduras, “Arroz Brut”, que se come caldoso, arroces variados de pescado o mariscos, “La lechona” que se hace con lechón (cerdo pequeño) al horno, “El lomo con col” que se elabora con filetes de lomo envueltos con col, “El Tumbet”, a base de patatas, berenjenas y pimiento, gran cantidad de calderetas, platos con pescado, caracoles, embutidos de primera calidad como sobrasada (embutido característico de Mallorca), butifarrons, camaiot, también son exquisitas las pastas saladas como coca de trampó, con verdura, cocarrois, empanadas e incluso para los más golosos espectaculares postres dulces, como la tradicional ensaimada (en todas sus variantes), el gató, que es una coca a base de almendras que se suele comer con helado en verano y con una taza de chocolate espeso en invierno e infinidad de exquisitas recetas más.

La comarca tiene también tradición vinícola con bodegas como las modernas Bodegas “Ca’n Vidalet” que ofrece un excelente chardonnay, Sauvignon blanc, merlot, o moscatel o la “Bodega Mortitx” que está un poco más escondida y en la carretera que va de Pollensa a Lluc y donde se pueden encontrar caldos excepcionales mientras se puede disfrutar de unos idílicos paisajes durante el recorrido, tales como Mortitx Dolç de Gel (producido en Mallorca) o un excelente modern rosé entre otros. También se pueden saborear variedad de licores, algunos de ellos como el palo que se mezclaba con sifón (bebida carbonada) para tomar como aperitivo, el vino dulce para acompañar postres y las hierbas (dulces o secas,) normalmente para acompañar el café.

El terreno está lleno de playas y calas bonitas. Señalaremos algunas de ellas: “Playa Albercutx, Playa Can Cullerassa, Playa La Llenaire, Playa Formentor, Cala en Gossalba, Cala Murta o Cala en Feliu”.

Referente a la restauración, son numerosos los bares, cafeterías y hoteles que ofrecen buenos alojamiento y espectaculares menús, pero al no poder hacer referencia a todos, intentaremos enumerar algunos de ellos, como por ejemplo los restaurantes: “Argos (galardonado con una estrella Michelin), La Brasería, Can Costa, Cantonet, Cliviy, La Font del Gall, Celler Es molí, José María, La terraza, Fogoneu, Q11, 365, Brull Hotel, Numero Ocho, La Brisas, Clivia, Bar Nou, Platja Mar, R3Spira, EU Centro, La Placeta, Stefanos, Laroc, Siller, Osteria N15 y II Giardino (estos cuatro italianos), Romántic, Tolo’s restaurant (abierto hasta tarde y donde se organizan fiestas muy animadas con música en directo), Stay de estilo contemporáneo que fue demolido y reconstruido a cargo de los mismos propietarios, El Pi, Manduca , Cappuccino Grand Café. etc.”.

Hoteles y hospedajes: Apartotel Duva (lugar preferido por deportistas y sobre todo ciclistas, ya que dispone de instalaciones perfectamente equipas para cubrir estas necesidades), Pensión Bellavista, Hotel deportivo Villaconch (local que dispone de servicios para atletas de triatlón), así como gimnasio, piscinas, spa y un centro especializado en estudios biomecánicos), Posada de Lluc, Hostal Oriola, Hostal Hotel d’interior ,Hotel Desbrull, Niu Hotel, Son Rio Nou, Hotel Miramar, primer hotel construido en el puerto y actualmente considerado como imagen de la parte norte de la isla y donde por allá los años 20 fue el punto preferido de encuentro de los más célebres artistas, para convertirse posteriormente en unas oficinas italianas de hidroaviones, Son San Jordi, La Moraleja, Simar, El Coster, Hotel Llenaire, un majestuoso palacete situado en la bahía y un poco apartado que le da un cierto toque romántico, Hotel Juma, Hotel Illa d’Or considerado como una autentica leyenda, en cierta parte porque la célebre novelista Agatha Christie, decidió alojarse aquí y durante su estancia escribió una de sus novelas, Hotel Formentor, unos de los más apreciados por su amplia historia, ya que Grace Kelly y Prince Raniero pasaron aquí hospedados su luna de miel y también porque durante años, pasaron por sus instalaciones gran cantidad de famosos como: Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Winston Churchill, y Charlie Chaplin entre otros muchos más, Hotel Sis Pins un alojamiento emplazado en el Paseo de los Pinos, Hotel Sant Jordi, en una casa reformada del mismo pueblo, Son brull, un hotel & Spa reformado y construido en un antiguo convento, que también ofrece la posibilidad de ir únicamente a comer a su restaurante “365”, situado en el mismo hotel y donde sus menús se confeccionan con ingredientes ecológicos de su propia huerta, Cal Lloro Hotel, Duva, Ca Na Joana etc.”.

Lo mismo que ocurre en la mayoría de los municipios de la isa, este pueblo dispone a una distancia de hora y media aprox. de un bonito puerto marítimo, con una larga avenida (Des Pins), excelentes playas, buenas instalaciones y posibilidad de practicar diversidad de deportes acuáticos, que lo convierten en uno de los preferidos sobre todo por el turismo anglosajón. Dispone de calas de aguas transparentes, como la más importante que es “Cala de San Vicente”, al pie del “Cavall Bernat”, que cuenta con abundantes hoteles, casas, apartamentos vacacionales y hasta cuevas paleolíticas. Luego si continuamos nuestro recorrido, a unas cuatro horas y media aprox., llegaremos a “El Monasterio De Lluc” muy apreciado por todos los mallorquines y que dispone de unos alojamientos o celdas que se alquilan y donde muchos isleños han pasado a lo largo de su vida, algunos días hospedados en estos albergues.

Con referencia a los deportes toda la zona es un lugar ideal para practicarlos, sobre todo preferido por los senderistas y ciclistas, ya que dispone de preciosas rutas, como “Valle de Bocquer”, un recorrido muy bonito con una cueva en su trayecto y donde durante la excursión, pueden observarse cantidad de aves autóctonas.

Los aficionados al golf pueden jugar en el “Golf Pollensa” situado en la carretera que va a Palma y que dispone de nueve hoyos, cuyo director Richard Barnard es un buen conocedor de la zona, ya que reside en ella desde hace más de 25 años.

Para los interesados en otras disciplinas como pilates, recomendaríamos unas clases muy entretenidas, impartidas por la profesora inglesa Rachel Shuckburgh, en su centro “Simply Pilates”.

También se pueden encontrar clases de yoga, entrenadores personales, pistas de vóleibol, variados talleres e incluso practicar otras actividades muy de moda como: “Paddle surf” o Kitesurf” y en temporada alta, ofrece la posibilidad de un arrendamiento muy asequible de bicicletas, en cualquiera de los negocios próximos.

Para los amantes del agua se encuentran buenas opciones, tanto para alquilar embarcaciones como para la adquisición de yates, con los que descubrir preciosos parajes o rincones vírgenes, a los que únicamente se puede acceder por vía marítima, asimismo es un lugar ideal para el buceo, hacer submarinismo, practicar deportes acuáticos como el Windsurf o cualquier otro que tenga relación con el mar.

La oferta de playas es muy variada, pero señalaremos algunas: “Playa Port De Pollensa con una larga extensión, accesible para minusválidos, zonas de sombra, aparcamientos, sombrillas y aguas cristalinas normalmente con escasa profundidad. Albercuitx, Llenaire, Can Cullerassa y una de las más famosas que es playa Formentor”. Todas ellas, con hermosas vistas, estupenda arena y con abundante arboleda cerca. Para los que se quieran bañar en verano y no sean demasiado entusiastas de los inconvenientes que conlleva la arena, tendrán la opción de llegar a unas bellas calas algo más ocultas, pero con la ventaja de que al no estar muy concurridas pueden ofrecer una mayor privacidad, como “Cala Gossalba, Murta o Cala en Feliu”.  

Esta comarca proporciona todos los requisitos y ventajas para que sea uno de los lugares preferidos de la Sierra para instalarse, ya que dispone de buenas infraestructuras, excelentes comunicaciones, cercanía a la capital y todo ello acompañado por unos hermosos paisajes naturales, que ofrecen un ambiente relajante, así como una gran tranquilidad que se respira en toda la zona.

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

 

 

 

Historias de la Tramuntana: Sóller

Historias de la Tramuntana: Sóller

Está preciosa población, Sóller, que tiene aproximadamente 12.000 habitantes, está situada al noroeste de la isla y es conocida también como “El valle de oro” nombre que se le otorga, por encontrarse sus tierras repletas de naranjos.

Antiguamente al ser una localidad algo retirada del resto, debido a la cantidad de montañas del entorno, la mayoría de sus habitantes optaron por la exportación de cítricos, higos, almendras y aceitunas a Francia, país al que luego también emigraron muchos campesinos al verse azotados por una gran epidemia de peste que se extendió por la zona y les hizo perder todo lo que poseían, aunque al cabo de un tiempo muchos pudieron regresar al lograr erradicar esta plaga, gracias al descubrimiento científico que la vitamina C tenía sobre la enfermedad. Muchas de estas personas expatriadas volvieron con una cierta fortuna, que invirtieron principalmente en la adquisición de terrenos, casas o posesiones. Por tanto, no es de extrañar que actualmente muchos de los inmuebles, sean legados y que además la mayoría de los herederos, dominen el idioma galo a la perfección e incluso tengan un cierto deje al hablar el dialecto nativo.

Continuando nadando un poco en la historia, contaremos que por allá el año 1.561, una coalición formada por unos 1.600 piratas argelinos comandados por Uchali y Iusuf-Arrais, organizaron una potente expedición marítima formada por 22 carabelas, con el único propósito de atacar la isla de Mallorca. Antes de llegar, tuvieron que detenerse para conseguir suministros de agua en la isla vecina de Ibiza. Este tiempo sirvió para que los isleños tuvieran conocimiento de que los planes previstos por los corsarios consistían en empezar su batalla por el pueblo de Sóller. Entonces el capitán general Guillem de Rocafull tuvo que solicitar ayuda para frenar el ataque, tanto al otro capitán de Sóller Joan Angelats, como a los de las localidades vecinas de BuñolaSanta María y Alaró.

Como consecuencia de esta lucha, a partir del siglo XVI, se construyeron varias torres de vigilancia “Torre Picada” y el “Castillo del Puerto De Sóller”. Asimismo, se fortificó a modo de defensa, parte del pueblo. Actualmente, solo pueden observarse junto a la iglesia restos de estas murallas.

Cada año en el mes de mayo se celebra la fiesta más importante “El Firó» que es la más popular y más conocida de la localidad (fiesta de moros y cristianos) y que conmemora el saqueo sarraceno que sufrió el pueblo. Este día los participantes suelen acudir con atuendos propios de la época e incluso algunos, representando a personajes célebres de la contienda, como el capitán Angelats, el sargento Soler o el turco Alí Ochiali.

También se celebran otros festivales como el internacional folclórico “Sa Mostra” enmarcado dentro de la organización no lucrativa CIOFF, fundado por el grupo Aires Sollerics en en 1.980, que se celebra el mes de julio y con una duración de unos siete días, reuniendo artistas tanto nacionales como internacionales, venidos de todas las partes del mundo.

Durante el mes de agosto se conmemora la festividad de San Bartolomé (patrón del pueblo), con un espectáculo muy conocido en toda la comarca, que se llama “Correfoc” y donde los demonios componentes del grupo local  “Esclatabutzes” son los protagonistas del jolgorio. Esta celebración termina con el «Correaigua», donde tanto los integrantes del cuerpo de bomberos, como otras muchas personas refrescan a los asistentes.

Debido a que antes el acceso al pueblo era muy complicado a causa de la gran cantidad de curvas que se debían cruzar para llegar, se tomó la decisión de construir un túnel que atravesara las montañas y pasara por la Sierra de Alfabia, para así poder prescindir del tortuoso paso “Coll de Sóller”, consiguiendo una ruta más rápida y estable. Después de un largo periodo de obras y tras solucionar diversos inconvenientes legales, este paso por fin se pudo inaugurar en los años 90.

Sin embargo, los ciclistas no están autorizados a utilizar este pasadizo y deben desplazarse por la carretera antigua, sorteando todas sus vueltas. El Coll de Sóller es una ruta preciosa, a pesar de ser algo más larga y dificultosa.

En 1.912 se estrenó un ferrocarril eléctrico construido totalmente de madera que se denominó “Express de las Naranjas”, nombre otorgado porque al principio su función estaba destinada únicamente para el transporte de fruta. El viaje que era un tanto peligroso, tenía una duración de unas diez horas.

Posteriormente y debido a la aceptación que tuvo este medio de desplazamiento, se dispuso su utilización como una forma de incrementar el turismo: el tren de sóller. Simultáneamente la sociedad del ferrocarril puso unas siete mil acciones a la venta al precio de unas 5oo pesetas, lo cual facilitó que algunos vecinos pudieran beneficiarse y se convirtieran en accionistas.

La persona clave en la creación del ferrocarril fue Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de “La compañía de Navegación Sollerense”. Su visión de futuro, le hizo apostar por este convoy, cuyo trayecto hasta entonces solo podía realizarse por mar. También fue importante Luis Bobio que fue el encargado de construir la línea del ferrocarril. Como curiosidad narraremos que los obreros encargados de llevar a cabo esta complicada obra se dividieron en dos bandos, iniciando el trabajo de forma simultánea desde ambos lados del trayecto, consiguiendo todo un logro al encontrarse las dos brigadas en un punto común sin haberse desviado. Otro dato curioso, es que la fecha de su inauguración en 1.912 coincidió con el mismo día del hundimiento del Titanic.
Tradicionalmente este pintoresco tren que desde el siglo XX ha continuado con el mismo itinerario y maquinaria original, sigue en perfecto funcionamiento. Tiene un recorrido de 28 km. y en su ruta atraviesa bellos parajes, así como unos 13 túneles. Con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más demandados. Hay pocas personas tanto residentes como visitantes, que no hayan hecho en alguna ocasión, esta travesía sentados en uno de sus vagones.

By Olaf Tausch [GFDL or CC BY 3.0 ], from Wikimedia Commons

Después de la inauguración del ferrocarril y en la misma línea de fabricación (construcción en madera), en el año 1.913 se inauguró un pintoresco tranvía que cubre la ruta desde Sóller hasta el puerto, pues como viene siendo habitual en la isla, este bonito pueblo dispone a unos pocos kilómetros de un precioso puerto de amarre para embarcaciones. Este vehículo al principio estaba únicamente destinado para transporte de pasajeros, pero que más tarde se utilizó para llevar otra clase de mercancías, como pescado fresco (disponía de un vagón isotermo) e incluso muchos otros artículos de lo más variados. Este proyecto con un tendido de 4.868 metros de vía, lo diseño y dirigió D. Pedro Garau. También cabe destacar el puente de hierro ubicado sobre “Torrent Major”.

En la actualidad, esta comarca se ha convertido en un lugar excelente para excursionistas, senderistas y amantes del “Nordic Walking”, deporte tan de moda en estos tiempos. Como por ejemplo, la excursión del «camí vell de Fornalutx i sa capelleta«, donde está La inmaculada.

El corazón del pueblo reside en su plaza principal, donde está situada la vistosa iglesia “Sant Bartomeu”, así como cantidad de céntricos bares y restaurantes.

Aunque no se trate de un distrito demasiado comercial, es interesante visitar el mercado que se instala los sábados, donde se pueden conseguir toda clase de artículos diversos, desde antigüedades, moda, piezas decorativas o incluso objetos artesanales, además de las diversas tiendas de ropa, complementos y artesanía del centro del pueblo.

En nuestras visitas no pueden faltar, la degustación de sus excelentes naranjas (enteras o zumos), una copita del licor “Ángel d’Or” creado por Miguel Capó (recolector de cítricos), así como tampoco saborear en todas sus variedades, los deliciosos helados de “Sa Fabrica de Gelats” o los diversos productos de «Fet a Soller». Para los más sibaritas también hay una buena oferta de productos locales de gran calidad, como el aceite de oliva virgen, diferentes vinagres (incluso aderezados con naranjas), embutidos de primera calidad, patés, conservas y mermeladas.

No podemos realizar este recorrido sin hacer una mención especial a “Can Prunera Museo” (en castellano, Casa Magraner). Se trata de una casa-museo modernista construido a principios entre 1.909 y 1.911 por Joan Magraner Oliver (alias Joan Prunera), que como hemos comentado anteriormente, era uno de aquellos inmigrantes que hicieron gran fortuna en Francia con sus productos frutícolas. El lugar actualmente se ha convertido en una de las señas de identidad del pueblo de Sóller. No hay referencias exactas de quien fue el arquitecto de la construcción, pero muchos opinan que se trata de un discípulo de Antoni Gaudí, llamado Juan Rubio Bellver, por su similitudes y que también fue el que construyó el edificio del Banco de Sóller, así como la fachada modernista de la Iglesia.  Se encuentra ubicado en una antigua casa que primero fue un domicilio particular, hasta que en el año 2.006 fue adquirida por el “Ferrocarril de Sóller” y que luego pasó a ser gestionado por la fundación. Esta pinacoteca, se ha convertido en todo un referente, así como seña de identidad de este pueblo. La mayoría de las obras que se han expuesto ha sido gracias a un convenio con la Fundación “Art Serra”, sociedad presidida por el empresario/ coleccionista: Pedro A. Serra, que procedió a su restauración respetando su diseño original, sin olvidar ningún mínimo detalle y logrando con ello, recuperar su suntuosidad original. Su financiación corrió a cargo del Gobierno autonómico de las Illes Balears y la Unión Europea, bajo dirección del arquitecto Luis A. Corral Juan y por fin se pudo inaugurar el 24 de agosto del 2.009, asistiendo para tal acontecimiento, casi todas las autoridades y celebridades más relevantes de la isla.

En su sótano se encuentran las estancias conocidas “botigues”. Se trata de las antiguas salas que acogían una cocina económica, un pozo, una pica de lavar, un depósito de aceite, un almacén y un comedor para servicio, donde actualmente se hacen exposiciones. El museo, expone una buena colección de arte contemporáneo y privado, que pertenece en su mayoría al empresario/ coleccionista Pedro A. Serra, que regenta el cargo de: “Presidente del Patronato de la Fundación Tren de l’Art y que vinculado al Ferrocarril de Sóller, ofreció parte de su colección personal para su exposición, a cambio de su apoyo para la adquisición y restauración del Casal. Además el hecho de que el señor Serra sea muy conocido en toda la isla y también propietario de uno de los principales grupos de comunicación (Grupo Serra), ha ayudado por una parte a que el Museo esté frecuentemente en los medios y por otro lado a su difusión y abundante afluencia de público ​

También merece una referencia especial la sala dedicada a Juli Ramis Palau (vanguardista nativo de Sóller), donde también se encuentran expuestos diversos cuadros cedidos por particulares y otras telas de autores desconocidos.

Las obras que se exponen en sus diversas salas (en su mayoría de los siglos XIX/ XX), pertenecen tanto a artistas regionales, peninsulares o internacionales, con estilos muy diferentes, algunos convencionales y otros más vanguardistas. Entre las más notables destacaríamos las de Joan Miró, una biblioteca especializada (especialmente dedicada al mismo Miró), esculturas, cerámicas (Picasso) y una colección de muñecas antiguas (León López). Hay que destacar las pinturas expuestas de: Henri de Toulouse-Lautrec, Joan Miró, Fernand Léger o Paul Klee, Kandinksy, Picasso, Warhol, artistas locales Miquel Barceló y Francesca Martí, así como otras pertenecientes a artistas vinculados a Mallorca y en la biblioteca libros o catálogos utilizados para la investigación.

Debido a la magnífica restauración que se llevó a cabo entre los años 2.006/ 2.009, Can Prunera se ha convertido en un lugar preferente para el modernismo isleño y ha conseguido un gran reconocimiento internacional. Para tal menester, desde su inauguración, el Museo ha recibido un gran patrimonio en forma de donaciones de artistas, coleccionistas o particulares, para que sus obras pudieran ser expuestas y conocidas.

Además de las características del funcionamiento del Museo, el Casal es un ejemplo de arquitectura modernista de gran valor y una ejemplar asociación del Modernismo catalán y el Art Nouveau francés. El horario habitual de visitas (entre abril y septiembre) es: de martes a domingo entre las 10:30 y 18:30 horas.

Para los amantes de la naturaleza es indispensable un paseo por el “Jardín Botánico de Sóller”, que abrió sus puertas al público en el año 1.992, destinado como centro de conservación, investigación y para el estudio de la flora propia del archipiélago. Se encuentra a tan sólo diez minutos del centro del pueblo, y dispone de un importante museo “Museo Balear de Ciencias Naturales”, destinado a la divulgación, estudio de la ciencia, historia local y sus diferentes variedades de plantas, rocas, fósiles, hongos, insectos y crustáceos. Así mismo cabe destacar que el Jardín tiene en proceso importantes proyectos sobre plantas autóctonas, que supondrá un importante reconocimiento y un incalculable legado para las islas.

Otra de las visitas más importantes de la zona, son los “Jardines de Alfabia”, una grata experiencia que no deja a nadie indiferente por su belleza y exóticos jardines. A menudo se organizan visitas guiadas y su accesibilidad es muy fácil debido a la cantidad de autobuses que llegan hasta el recinto.

Otras actividades que resaltar, pueden ser las travesías en veleros o los diferentes tours en vespa por variados recorridos de la zona.

Entre los hoteles destaca el “Gran Hotel Sóller”, construido para utilizar como palacio residencial en el año 1.880. Es el único hotel en la zona de lujo con cinco estrellas, un buen restaurante, Spa y con una céntrica situación que lo ha convertido en destino preferente para público de primera categoría.

Finca Hotel Can Coll” con impresionantes vistas al valle, restaurante, piscina y esmerada hospitalidad.

También encontramos otros hoteles boutique más pequeños como “’Ca’l Bisbe” (el antiguo lugar para retiro de un obispo).

Ca’n Isabel y La Vila”, ambos con vistas a la plaza del pueblo y otros acogedores hoteles rurales como “Ca’s Xorc(construido hace unos 200 años) y “Ca N’Ai” (del año 1723) con vistas al campo. “Can Coll” ofrece unas impresionantes vistas al valle, auténtica hospitalidad, una estupenda piscina y un restaurante.

Con referencia a comedores destacaremos entre otros “Ca´n Blau en el Gran Hotel Sóller” y el restaurante del hotel “La Vila”. También “Casa Alvaro”, situado cerca de una plaza y donde podemos saborear una buena comida y escogidos vinos.

En la carretera Deia/ Sóller, encontraremos el “Bens d’Avall con cocina gourmet y magníficos paisajes y vistas. El Chef Benet Vicens, junto a Catalina Cifre y su hijo Jaume, se empeñan en descubrir a los visitantes lo mejor de las islas a través de sus propuestas entre la tradición, el producto y la vanguardia.

La luna 36”, otro bonito lugar restaurado del siglo XIX y con mucho carisma en sus espacios, decoraciones y cocina.

En la actualidad y con el paso de los años, esta comarca se ha convertido en un lugar excelente para excursionistas, senderistas y amantes de la naturaleza, la tranquilidad y la calidad de vida. Sóller huele a naranjas y limones, y mires donde mires, es un espectáculo precioso. Tanto el centro del pueblo de Sóller, como su puerto o zonas colindantes de interés como Sa Calobra, son aclamados por excursionistas que quieren vivir una preciosa experiencia en un entorno lleno de contrastes y belleza. Recomendamos rutas como esta: click

Esta localidad rodeada de montañas, por su cercanía al mar, lo asequible del trayecto, su tranquilidad (sobre todo durante los meses de invierno) y su respeto hacia las normativas relativas a la construcción, la han convertido en un rincón diferente, con mucho carácter y donde muchos estarían dispuestos a instalar su refugio estacional o su residencia definitiva.

Historias de la Tramuntana: Banyalbufar

Historias de la Tramuntana: Banyalbufar

Ahora desde Esporles, nos dirigiremos a otro pequeño municipio que se llama Banyalbufar, pequeño pueblo situado en la costa oeste de Mallorca y que tan sólo se encuentra a quince minutos, junto a la carretera que une Pollensa con Andratx.

El nombre procede de una combinación del árabe y catalán, cuya traducción es: “Construido junto al Mar”. Antiguamente en el siglo X, toda la zona estuvo habitada por musulmanes, que se dedicaban al cultivo, utilizando para ello, una red de acueductos y que actualmente a pesar del tiempo transcurrido, aún siguen en funcionamiento.

Esta demarcación tiene una población aprox. de 500 habitantes y en ella se encuentran cuatro montañas pequeñas, siendo la “Mola de Planícia” la más alta, con unos 940 m. y “Sa Talaia” la más baja, con tan solo unos 300 m.

Tras la conquista de Mallorca por allá el año 1.229, este pueblo se cedió a dos caballeros que se llamaban: Gilabert de Cruïlles y Ramon Sa Clusa, que implantaron un régimen señorial, que se caracterizaba por tener potestad civil y criminal sobre todos los aldeanos.

Igual que sucede a lo largo de toda la costa de la isla, en los puntos más visibles se edificaron atalayas de vigilancia, con el fin de atisbar a los posibles enemigos que se acercaran. Lo mismo que torres de defensa como protección ante los temibles piratas.

De estas torres de vigilancia, nos atreveríamos a decir, que la más popular es la Torre del verger o “Torre de se ànimes” (torre de las almas), por sus maravillosas y espectaculares vistas sobre el mar.

Las playas y calas más conocidas de la zona son: Cala Banyalbufar, Port des Canonge, Es corral Fals, Son Bunyola y Sa Galera.

Entre las rutas que podremos recorrer a pie, que transcurre entre bosques y franjas rocosas, es pintoresca la que llega desde la carretera hasta la playa del “Port Des Canonge”. Es un trayecto frecuentado a menudo por senderistas y un poco complicado de recorrer, debido a sus numerosas pendientes y formaciones abruptas. Al llegar al puerto, veremos las casetas de los pescadores que actualmente, aún se mantienen en uso. Antiguamente a este camino se le conocía como “Camí des Carabineros” (Camino de los carabineros), aunque en la actualidad se le conoce como “Sa Volta des General” (La vuelta del General), debido a que antes había allí una propiedad, que pertenecía a un antiguo militar.

Esta zona se caracteriza por sus lluvias en cualquier época de año, aunque las más abundantes suelen recogerse en el mes de octubre. La mayor tempestad de la que se tiene noticia fue en 1.975.

Anteriormente esta región estuvo dedicada a la ganadería, pesca y agricultura, donde destacó por la producción de tomates de ramillete (tomates autóctonos que se hilan y se cuelgan para favorecer su larga duración).

Antiguamente esta comarca parecía un gran viñedo con unas 2.000 viñas y se especializaba en la elaboración de un legendario vino seco blanco llamado “Malvasía”, que según parece era el preferido por el mismo Rey de Aragón y que hace años casi desapareció, pero que ahora gracias a los viticultores, modernos, se ha vuelto a elaborar con éxito. Es aconsejable visitar alguna de sus bodegas regionales, como la Bodega-Bar “Son Vives”, cuya producción de sus caldos, se realiza en terrazas situadas en las laderas o el “Celler Can Pico” que es una bodega más pequeña y representativa de la isla.

Os dejamos información técnica del Malvasía: Ficha Técnica Malvasia Banyalbufar

En el centro del pueblo encontraremos una cascada y también la posesión de “La Baronía” y el Café “Bellavista”, que se llama así, debido a las hermosas vistas que se pueden contemplar desde su terraza. ¡Las puestas de sol son una maravilla desde allí!

A lo largo de este territorio se puede elegir entre una gran variedad de hoteles de pequeño tamaño, hoteles boutique (tan de moda en estos tiempos), rurales, divertidos albergues y hostales.

Como por ejemplo: “Hotel Baronía”, situado en un antiguo palacio, Hotel Sa Coma,  Hotel Mar i Vent, Hotel Son Borguny, Hotel Rural Ca Madó Paula y el Hostal Rural C’an Busquets.

En cuanto a restaurantes, tenemos varias y buenas opciones para escoger, como “El restaurante 1661” (Cuina de Banyalbufar), que es altamente aconsejable, fundado por una familia alemana y que muchos consideran como uno de los más destacados y con una exquisita cocina. Asimismo, el “Restaurante Son Tomás”, al que se le otorgó de la guía Michelín, la distinción “Bib Gourmand”’ por su oferta en cuanto a calidad-precio. Otros como Ca’ Paco, Es Batle negre

Realmente se trata de una comunidad no muy grande en cuanto a residentes fijos, pero con gran afluencia de visitantes, llevados hasta allí por sus pintorescos rincones escondidos y sorprendentes vistas.

El senderismo y ciclismo son unas de las actividades más populares de la zona. Existe una ruta muy bien señalada y que va desde el pueblo hasta el puerto.

Con el buen tiempo no sólo es recomendable esta región para realizar deportes al aire libre, sino también es ideal para refrescarse en alguna de las numerosas playas de arena, gravilla e incluso de rocas, para todos aquellos a los que no les gusta demasiado ensuciarse.

Cada año a principios del mes de septiembre, se celebran las fiestas locales de la Natividad de Nuestra Señora, que promueve una semana llena de verbenas y acontecimientos. Pero además, Banyalbufar ha conseguido poner de moda el festival de Jazz Banyalbujazz, que cada año acontece en Julio/Agosto y llena el pueblo de música y actividades entorno a la música jazz y a los grandes de este sector. Es precioso y es un evento indiscutiblemente único.

Esta comunidad vive bastante alejada de inestabilidad política y es un lugar ideal para que uno pueda instalarse, tanto si decide adquirir una vivienda habitual, como si únicamente desea tener un alojamiento vacacional. Es una localización perfecta para artistas, bohemios y personas que desean la calidad de vida y la tranquilidad. Banyalbufar cuenta con ayuntamiento propio: click

Artículo redactado por Maggy Barceló y algunas imágenes de Pep Bonet, colaboradores

Actividades que llenarán tu vida…

Actividades que llenarán tu vida…

…  porque no sólo #esporlascasas, en realidad #esporlas vidas de calidad, que las forman las experiencias. 

Como os hemos ido contando en anteriores ediciones y en las redes sociales, no queremos ser una inmobiliaria, sino que nuestra fortaleza radica en ser un centro de negocios, de cooperación, de buenas alianzas que a lo largo de nuestra vida profesional y de nuestro otro negocio (Rebuzzna Comunicación) somos un pequeño centro empresarial, un co-working ahora que está tan de moda esta palabra, en la que aunamos mucho servicios y experiencias alrededor del eje: las casas y hogares que forman las vidas, y las personas que las habitan.

El proyecto de vender o comprar un hogar o negocio envuelve muchas otras cosas, por eso nos calificamos de #PersonalHouser , para acompañaros, asesoraros y facilitaros todo lo que podáis necesitar y esté en nuestra mano. Este grupo empresarial no tiene límites, y contempla todo tipo de oportunidades de colaboración y cooperación con muchas cosas, y nosotros queremos ser el eje y poco a poco posicionaros como los acompañantes de confianza.

La decisión de compra de una propiedad implica un cambio de vida, implica conocer los entornos, implica necesidades que hagan los procesos más cómodos y también implica nuevas experiencias de ocio que antes quizá no se contemplaban, y Mallorca es el escenario perfecto para ello. Por ejemplo, podemos organizar tu catering y evento de presentación de la nueva casa a tus familiares y amigos, podemos organizar incentivos para tus empresas o para tus celebraciones, podemos ayudarte con el marketing de tu negocio, podemos recomendarte ocio y gastronomía en la zona nueva, podemos facilitarte las reformas y arreglos de la propiedad (incluso a los vendedores para una mejor presentación de la casa), podemos acercarte a las bodegas del entorno si lo que te gusta es el vino, o a los deportes y rutas guiadas si eres deportista, podemos ayudarte a coordinar un proyecto de paisajismo y jardinería, y mil cosas más.

Muy pronto inauguraremos nueva sección en la web donde iremos desarrollando estos servicios y actividades, para que estés informado en todo momento, y reservarlas/gestionarlas con nosotros tendrá ventajas, además de la comodidad de que nos encargamos de todo.

Casas vacacionales, posesiones para eventos, veleros centenarios, bodegas exclusivas, Chefs para eventos privados, decoradores, reformistas, gastronomía, caterings, gestión de eventos creativos, guías de montaña, actividades en el mar, catas de vinos y de cafés, personal de limpieza… 

 

Son Vich en el valle de Superna, en la Sierra de Tramuntana

Son Vich en el valle de Superna, en la Sierra de Tramuntana

Y de repente escuchas hablar de los «Supernins», como se llamaban los habitantes del precioso Valle de Superna ubicado entre Esporles y Puigpunyent, en la Sierra de Tramuntana de Mallorca, y descubres que es, además, un magnífico vino, para más inri… Casi nos suena a super héroes, Supernins, y bien se podría decir que hemos descubierto un semi dios en el sector del vino con una potente historia detrás y una filosofía de recuperación de la sierra que le otorga la calidad de héroe.

Nuestra Sierra de Tramuntana ya es patrimonio de la Unesco, patrimonio de la humanidad, y al cruzar la barrera de entrada a Son Vich este hecho cobra todo el sentido. Es un lugar mágico, precioso, especial. Producen varios vinos con carácter y mucha personalidad, y con la esencia de la Tramuntana tanto en boca, como en la presencia que ofrece el embotellado (¡no os perdáis el Marges y su etiqueta creativa!).

Además, la Finca dispone de espacios donde celebrar la vida, con actividades exclusivas que, combinadas con sus vinos, muestran la verdadera esencia de nuestra Mallorca más pura. Por ejemplo, este próximo 26 de Mayo ofrecen una experiencia de vino maridado con música. Aún quedan varias entradas que podéis adquirir aquí: https://sonvichdesuperna.es/2018/04/10/son-vich-de-superna-organiza-su-primer-concierto-en-mayo-2018/

Este blog también está creado para ir descubriendo rincones especiales de Tramuntana y costumbres, tradiciones, porque #esporlascasas pero también #esporlas características de sus entornos, ya que sabemos que no solamente buscas hogar, sino todo lo que lo hace especial y lo rodea, por eso, pretendemos ir desgranando la belleza de este paraje y sus actividades y la calidad de vida.

En este caso, os descubrimos una bodega que es un tesoro, una joya oculta entre montañas, merges y olivos, donde las nubes se cosen a la tierra con el verde de sus viñedos y una posesión que se alza majestuosa y vigila la producción de unos caldos que no os dejarán indiferentes. Os aconsejo pasar un rato con Diego, su enólogo, y conocer la historia de este descubrimiento, además de seguirles en sus redes y acanales de comunciación: Facebook , Instagram y Twitter. Diego organiza visitas guiadas en diferentes versiones, más reducidas o más extensas, muy exclusivas, donde no solamente podréis catar los vinos de Son Vich y ver en primera persona cómo se producen y elaboran, sino también podréis vivir una experiencia histórica y de tradición cultural, del entorno, de lo que la mano del hombre comenzó hace cientos de años y continúa en el presente y respiraréis lo que nuestras montañas ofrecen: calidad de vida.