INTRODUCCIÓN

Muchos hemos oído hablar de la Sierra de Tramontana o Tramuntana en Mallorca, pero … ¿Como es? ¿Qué extensión comprende? ¿Y cuáles son sus particularidades?

Vamos a descubrirlo juntos, realizando un bonito viaje en el tiempo…

La Sierra de Tramontana es el principal macizo de las Baleares y su nombre procede del viento que sopla en la región y cuya traducción en castellano es: “Mas allá de las montañas”.

El clima mediterráneo se caracteriza por ser un clima suave de temperaturas moderadas. En verano, son un poco más altas y pueden alcanzar unas medias anuales entre los 16 y 18ºC.

Este paisaje de legado cultural está situado en las abruptas laderas de una cadena montañosa, paralela a la costa noroccidental de la isla de Mallorca. Extensión en origen con pocos recursos de agua y que actualmente, muestra una red acoplada de mecanismos interconectados para la gestión de agua, en los que se engloban molinos hidráulicos, que han transformado el terreno entre las distintas propiedades de origen ancestral. El paisaje está compuesto por cultivos en terraza (sistema de recogida y distribución del agua para siembras en pendientes escarpadas) así como también, por edificaciones características de la zona, de casas construidas con la técnica de piedra en seco (piedra sin argamasa/cemento), los bancales o marjades, caminos de carro y todo ello a menudo, bordeado por las numerosas canalizaciones.

La componen 21 municipios, con una extensión de unos 90 km. de largo y está formada por numerosos escarpados acantilados, gargantas, preciosas calas, verdes valles, montañas, numerosos peñascos, todo ello con diferentes alturas, que van desde el nivel del mar hasta los picos más altos (Puig Mayor) (1.436 m.) y el Puig de Masanella (1.365 m).

Este macizo posee abundantes cuevas, como la más destacada, que es la “Cova de Sa Campana” (305 m). También hay profundos cañones, siendo el de “Sa Fosca» el más famoso por su dificultad y que sale del embalse del “Gorg Blau” en dirección al “Torrente De Lluc”, donde se unen formando el conocido “Torrent De Pareis”, compuesto por unas paredes verticales de hasta 300 m. y que es uno de los sitios preferidos por los excursionistas, senderistas y deportes de riesgo.

Algunas de las cimas más importantes son:

Sierra de Alfabia, Puig Major y Puig de Massanella,Puig de Galatzó, L’Ofre, Sierra de Son Torrella, Puig Tomir, Penyal des Migdia, Puig d’en Galileu

Otras montañas de menor altura:

Sa Comuna, Puig des Moro, Sa Figuera, Pujol d’en Banya.

Accidentes geográficos destacados:

Barranc de Biniaraix, Torrent del Filiat, Torrent de Mortitx, Torrent des Lli, Coma de n’Arbona.

A lo largo de su terreno, también se hallan los tres grandes embalses:

El Cúber, Gorg Blau y el tercero que es militar y de menor tamaño, solo para uso exclusivo de la base del “Puig Mayor”. Basándonos en la geología, se podría considerar la sierra de Tramontana, como una prolongación de la cordillera Bética y forma parte del término municipal de los municipios siguientes:

Esporles, Puigpunyent, Estellencs, Bayalbufar, Valldemosa, Deiá, Soller, Fornalutx, Escorca, Santa María del Camí, Inca, Lloseta, Campanet, Selva, Pollensa, Mancor de la Vall, Alaró, Bunyola, Caimari, Andratx, Calvia.

Como observareis muchos pueblos tienen nombres de procedencia islámica, debido a su historia y gran legado árabe.

La población total de la Sierra de Tramontana es de 114.646 habitantes.

Como las otras comarcas de la isla, no tienen reconocimiento oficial. Su capital comarcal actual se considera que es Sóller.

Las primeras evidencias de presencia humana datan de unos cinco mil años atrás.

Después los siguientes pobladores, dejaron huellas de su paso en forma de diversos vestigios históricos, tales como talayots, torres, monasterios, iglesias, posesiones y también, algún que otro palacio.

Encontraremos restos de tres tipos de fortificaciones diferentes: romanas, musulmanas y cristianas.

Los paisajes montañosos y bordeados de mar son tan impresionantes, que ya hechizaron desde antiguo a muchos pintores, los cuales intentaron capturar y plasmar en sus telas, los diferentes cambios de luz que se producen sobre sus sorprendentes paisajes, sobre todo durante la aurora o en el crepúsculo.

Desde tiempos atrás, el cultivo del olivo y la vid, consiguieron que floreciera la agricultura y al mismo tiempo también, la explotación de los recursos naturales, ayudo a la conservación del hábitat y la flora. Las oliveras, madroños, encinas, almendros, genistas o arces son algunas especies que predominan.

En cuanto a la fauna, se han logrado preservar muchas especies endémicas, tal como el Buitre Negro (Voltor), que es el ave rapaz más autóctona de la isla. Asimismo, destacan también, otros animales como comadrejas, erizos, liebres, ginetas y una gran variedad de sapos.

Debido a su alto porcentaje en riqueza, inmenso legado de tradiciones, leyendas, artesanía, espectacular gastronomía y la diversidad de tesoros que a menudo están expuestos a olvidarse o desaparecer en el tiempo y que son imprescindibles para preservar nuestra herencia y la historia de todos nuestros antepasados, el Consell de Mallorca impulsó el ambiciosos plan, de inscribir esta sierra en la categoría “Paisaje Cultural Del Patrimonio Mundial de la Unesco”, aunque como medio previo exigido, para garantizar la supervivencia del lugar, tuvo previamente que proceder a crear, un plan de gestión y garantía, con el fin de poder conseguir, la participación y cooperación de diversas entidades importantes, culturales y sociales de la isla.

Aunque esta entidad (UNESCO), es la que tiene la última palabra en la concesión de estos títulos y por tanto la encargada de emitir veredicto, anteriormente las solicitudes son examinadas por dos organismos diferentes:

-Uno es el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que emite un dictamen sobre los sitios culturales

– El otro es, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que se ocupa de formular juicio, sobre los bienes naturales. Estos órganos publican sus informes, positivos o negativos, a la entrada en la lista, entregándolos posteriormente, al Comité del Patrimonio Mundial.

La aprobación y resultado favorable final, se consiguió en junio del 2.011, pasando desde entonces a denominarse “La Sierra de Tramontana”, como “Patrimonio Mundial de la Unesco”, en la categoría de “Paisaje Cultural”.

Artículos de «Historias de la Tramuntana» redactados por Maggy Barceló, colaboradora. 

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